viernes, 8 de enero de 2021

El desconocido

Era viernes y ella había ido a cenar a un restaurante de la Parte Vieja con unos amigos. Hacía muy buena noche y decidieron sentarse en una de las mesas de fuera. No había muchas libres y eligieron una enfrente de una pareja. Nada más sentarse vió que él levantaba la vista de la carta y se quedaba mirándola. No supo porqué pero sintió un pinchacillo agradable en el estómago cuando sus miradas se cruzaron. Se sentó de manera que quedaba frente a él. El camarero llegó con el vino. el pan y la carta. Pidieron y ella se dió cuenta de que él la miraba todo el rato y que ya ni siquiera lo disimulaba. Sólo cuando ella le sostenía la mirada, él la bajaba como si estuviese haciendo algo malo. A ella le entraron unas enormes ganas de jugar con él y empezó a coquetear descaradamente. Se pasaba un hielo por los labios, sacaba sensualmente la lengua, sonreía cuando él le miraba. Incluso llego a guiñarle pícaramente un ojo en una de las ocasiones en que mantuvieron sus miradas largo rato. Dispuesta a no perder la ocasión de pasar un buen rato y viendo que él se levantaba hacia la barra, hizo lo mismo con la excusa de ira a pedir otra botella de vino. Se coloco a la derecha de él dejando insinuante una estupenda panorámica de su precioso escote. El lo miró de reojo y sintió que toda su anatomía había captado la maravillosa vista. Ella lo notó asi que viendo que a la izquierda de él estaba el periódico, le preguntó al camarero si lo tenían. Este contestó que sí, que estaba en aquella esquina y ella pasó por detrás de él rozando su espalda con sus pechos y cuando fué a cogerlo, él alargó la mano primero y se le adelantó. Sus manos quedaron una encima de la otra y sus miradas hablaban ya por sí solas. - Te espero en el baño, le dijo ella, y apartándose de él, se dirigió hacia allí. El empezó a sopesar que hacía, pero enseguida se dió cuenta de que precisamente eso es lo que no tenía que hacer, asi que no lo pensó más y se dejó llevar. Ella volvió un momento la cabeza para mirar si le seguía y le regaló una de sus mas pícaras y sensuales sonrisas cuando vió que lo tenía detrás. Cuando llegaron a la puerta del lavabo, ella le dijo que entrase primero y se quedó en el espejo como si se estuviese retocando el maquillaje. A los pocos segundos, entró donde él estaba. Le notó excitado y nervioso. Decidió juguetear con él un rato. Le sentó en el inodoro y se sentó encima suyo. Hizo amago de ir a besarle en la boca, pero sólo saco la lengua para lamerle los labios. El estaba a punto de estallar. Necesitaba que se relajase, así que le agarró despacio de una mano y la llevó a uno de sus pechos. El notó por encima de la camiseta un pezón duro y no pudo aguantar más. Le agarró los dos pechos y comenzó a acariciarlos cada vez más y poco a poco fue levantando la camiseta y dejó al aire dos hermosísimas tetas que empezó a lamer insistentemente mientras ella se balanceaba encima suyo acariciándose ambas entrepiernas. Una iba creciendo y la otra humedeciéndose de placer. Así estuvieron un rato, besándose en la boca y poco a poco fueron bajando las manos para empezar a desabrocharse los pantalones el uno al otro con tranquilidad, como si el tiempo fuera se hubiese parado y sólo importase para ellos lo que ocurría en ese pequeño habitáculo. En realidad así era, estaban disfrutando cada segundo el uno del otro. Ahora estaban ya tocándose con gran excitación y ella se apartó un poco para que él se levantase. Cambiaron las posiciones quedando él de pie frente a ella. Su polla quedaba perfectamente situada para que ella la agarrase con una mano y pasando la punta de la lengua por el capullo en suaves movimientos circulares hiciese que él se estremeciese de placer. Con la otra mano acariciaba su clítoris y metía un dedo en el coño húmedo preparándolo para lo que iba a venir. Paso de lamérsela a meterla completamente en su boca y moverla dentro sintiéndola inmensa y caliente como se la llenaba entera con sus diestros movimientos de muñeca. El notaba como su excitación iba en aumento y sabiendo que el momento del orgasmo estaba cerca le agarró del pelo marcando durante un rato el ritmo. Luego paró y sacándola, le levantó, le puso contra la pared y separándole las piernas, se agachó, le separó los labios con dos dedos y empezó a pasar su lengua por el clítoris primero para meterlo en el coño después. Eso les puso a mil, les costaba ahogar los gritos de placer y los gemidos sordos que emitían aún les excitaban mas. Estaban a punto. Ella se dió la vuelta y con un movimiento de cadera se le ofreció por detrás. El sin dudarlo preparó el terreno con dos dedos lubricándolo con los jugos de ambos y cuando estuvo a punto metió la punta de su polla suavemente y a medida que veía que no había resistencia un poco más y un poco más hasta que la tuvo dentro. Se movían acompasadamente sintiéndose el uno al otro. El acariciaba sus pechos y ella estimulaba su clítoris con la cabeza ladeada para poder entrecruzar sus lenguas. Los movimientos fueron en aumento poco a poco a medida que el clímax se acercaba. Dejaron de besarse, él la atrajo fuertemente hacia él para aumentar las embestidas sintiendo como se corría. Le besó el cuello y entre gemidos ella le dijo: - En la espalda, córrete en mi espalda. El sonrió, levantó la camiseta, esperó a que ella terminase y sacándola despacio la movió firmemente. Y mientras ella terminaba de estremecerse, sintió como la cálida corrida de él inundaba su espalda. Esperaron un rato besándose, limpiándose y cuando estuvieron listos, salieron juntos del lavabo sin importarles mucho el resto del mundo. En realidad durante un rato, para ellos ese mundo ni siquiera habia existido.

Arreglando la sandalia

Hacía un día muy bueno. El sol lucía radiante y la temperatura era más que agradable. A ella le gustaba ir por la mañana a la playa y después de comer salió a hacer unas compras. No le gustaba ir de tiendas. Se agobiaba enseguida con tanta gente y viendo como en algunos comercios las prendas terminaban siempre por los suelos o con manchas de maquillaje porque la gente era muy descuidada. Pero no le quedaba más remedio que hacerlo porque necesitaba urgentemente renovar el fondo de armario. Cuando volvió a casa tenia bastante calor, así que se duchó y ya más tarde cuando empezaba a refrescar salió de nuevo a andar. Le encantaba dar la vuelta al Paseo Nuevo. No se cansaba de ver y oir el mar. Además a ciertas horas le resultaba tan relajante que solía sentarse en el rincón de la escultura de Oteiza a leer o a escuchar música...y a pensar. Y hoy tenia esa intención. Pero cuando ya estaba llegando, se le soltó el cierre de la sandalia. 
Se iba a sentar en una de las escaleras para ponérsela bien, pero el sitio donde se ponía normalmente estaba ocupado. Habia un tío leyendo el periódico apoyado en la escultura. Eso le contrarió bastante porque ese era su rincón...
- Todo el Paseo libre y este tío tiene que sentarse precisamente aquí, pensó, mientras le miraba...No
está mal...tiene un punto...Tampoco podía andar con la sandalia suelta, así que al final se sentó e intentó arreglarla. Pero no podía.
- Joder, no puedo, dijo en un tono en el que él la oyó y enseguida levantó la cabeza y le preguntó...- Te pasa algo? Puedo ayudarte?
- Se me ha soltado esto y no puedo ponerlo. Te importa intentarlo a tí?...
- Claro, ven...En ese momento se le presentó un dilema, porque si apoyaba el pie en su pierna, parecía un poco atrevido y si la apoyaba en la escalera doblada por la rodilla, se le veían las bragas...
El se percató de que pensaba y sonriendo le dijo...
-Tranquila ya bajo yo...
Soltó el periódico y lo dejó en el suelo. Se agachó apoyándose en la primera escalera y le cogió del tobillo con una mano y con la otra empezó a mirar como iba el cierre.
- Es sencillo, sólo hay que hacer un poco de fuerza...le dijo mirándole...
Ella tenía un fetichismo especial con las manos y evidentemente no pudo evitar mirárselas. Se le iban los ojos. Bufff, que manos...Grandes...y esos dedos...mmmmmmm tener esa palma de la mano entre las piernas tenía que ser genial...
Mientras pensaba en esto, y casi sin darse cuenta, notó como se empezaba a excitar y sin querer como separaba las piernas.
El se dió cuenta del gesto y levantando la vista del cierre miró por entre el vestido. Eso la hizo reaccionar y en un impulso las volvió a cerrar. Pero la verdad es que la escena tenía su morbo y el sentir su mano acariciarle el tobillo le puso a mil. Así que volvió a separar las piernas, esta vez un poco más. Y esta vez el ya no se molestó en disimular y mientras miraba lo que le estaba ofreciendo separó un poco el vestido para ver mejor. Ella no pudo resistir la tentación y abrió las piernas más a la vez que le preguntaba...
-Te gusta lo que ves?
- Mucho, le contestó...esos muslos merecen ser acariciados.
- Si me arreglas el cierre habrá premio...le contestó mientras cerraba las piernas mirándole sensualmente...
- Está ya casi...dijo él...poniendo una mano sobre su rodilla, acariciándola...y poniéndole la sandalia con la otra.
El sentir su mano recorriendo su pierna hizo que le diese un pinchazo de placer provocando que mojase las bragas...y ya en este punto, como siempre que se excitaba, perdió la noción del riesgo...se olvidó de que podía pasar cualquiera en cualquier momento y simplemente se recostó en la escultura, y se dejó hacer...
El captó de maravilla el mensaje y poniéndole el vestido a la altura de las ingles, le separó las piernas y con dos dedos le acarició por encima de las bragas...
- Parece que aumenta la humedad en el ambiente...
- Si y está subiendo la temperatura...
Le quitó la sandalia y mientras él separaba despacio las bragas y empezaba a acariciar sus labios, ella le acariciaba por encima del pantalón el paquete notando como su polla se estaba poniendo dura...
- Esto promete, dijo jadeando al sentir como le rozaba el clítoris ....Sentía como su cuerpo se estremecía y como sus jadeos iban en aumento según él lo recorria una y otra vez a la vez que metía sus dedos en la vagina que sonaba cada vez mas húmeda...Cuando le vió como los sacaba para chuparlos no pudo aguantar más y casi sin darse cuenta le dijo en apenas un susurro...
- Quiero saborear tu polla...
- La quieres en tu boca? , preguntó sin dejar de follarle con sus dedos una y otra vez mientras con el pulgar no dejaba de pulsar el clítoris como si de un botón de placer se tratase.
- Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii....le contestó ella mientras se incorporaba un poco para sacársela del pantalón...
- Espera, dijo él, tirando un poco de su brazo para levantarle...Vamos detrás de la escultura, a la hierba...
Y sin soltarle la mano la llevó despacio.
- Dime que quieres...te haré lo que quieras, le dijo besándole en la boca...
- Quiero comérmela mientras me haces una paja.... Terminó de soltarle el pantalón y sacó su polla dura, de un tamaño más que bueno, tiesa de lo excitada que estaba y con el capullo ya fuera y brillando.....La cogió con una mano y se la metió en la boca mientras su muñeca la movía arriba y abajo, la sacaba de vez en cuando para lamerla y chupar los huevos y para pasársela por los labios mirándole a los ojos y escuchando como jadeaba de excitación....
Con la mano que no le masturbaba le sacó las tetas del sujetador y se las manoseaba como si estuviese amasando la masa para hacer pan a un ritmo que le puso los pezones duros en dos segundos. Ella no paraba de gemir con su polla en la boca y ahora tres dedos recorriéndole por dentro. Estaba a punto de correrse cuando notó como él le pellizcaba los pezones . Ella mamaba su polla saboreando el líquido preseminal con el que ya le estaba premiando...estaba delicioso...no podía más..aumentó sus jadeos y el movimiento de sus caderas a la vez que contraía el coño apretando sus dedos. El también aceleró sus movimientos y sus gemidos, y antes de que pudiera darse cuenta, un chorro de semen le llenó la boca pillándole un poco desprevenida. Pero eso es algo que le ponía muchísimo, así que mientras se lo tragaba muerta de placer, un estupendo orgasmo la transportó al séptimo cielo....Mmmmmmmmmmmm
Cuando terminó de correrse, le limpió la polla dejándola sin rastro de semen....todavía dura...excitante.... El seguía acariciándole entre las piernas ahora mucho más despacio y le había incorporado un poco para lamerle los pezones...
- Me llamo J, le dijo dándole un beso...
- Soy C...le he contestó ella...
- Encantado...sonrió...
- Ha sido un placer, si...
Estaban levantándose y vistiéndose cuando él la sorprendió diciéndole:
- C, quiero follarte....
Y recogiendo el periódico del suelo y dándoselo a la mano ella le contestó regalándole la mejor de sus sonrisas- Vamos a cenar....Le cogió de la mano para bajar las escaleras y sin soltarse se fueron hacia el puerto. La noche no habia hecho más que empezar para ellos...

El superhéroe vencido

Eran las 9.21 de la noche. Me había duchado y me estaba secando el pelo delante del espejo. De repente sonó el móvil y sin darme cuenta dejé el secador en el lavabo. Dió un chispazo y me asusté dando un respingo. 
Cuando ya pasó el susto, me sonreí al pensar que casi tengo que llamarle, a él, y me dí cuenta que hacía mucho que no pasamos una velada juntos. Ya sé que no tengo que hacerlo, que no debo llamarle si no es para algo serio...pero a veces le echo tanto de menos...Y no pude resistir la tentación. Tenía que pensar algo rápido,  y mientras me ponía el vestido negro escotado que tanto le gusta, me subía las medias, me calzaba los zapatos, me pintaba los labios y daba rimell a las pestañas, pensé como hacerlo....Fuí a la cocina y me puse a preparar la cena. Una ensalada templada de marisco, un solomillo con setas y helado al beso. 
Mmmmmmmm... me estremecí al recordar sus besos. Ese último beso que me da siempre al irse, suave, apenas rozándonos los labios, cogiéndome de la barbilla para acercarme a él, pero que hace que me recorra un escalofrío por la columna....
La mesa estaba preparada. Me miré en el espejo del pasillo y apagué las luces. Encendí la llamada y fui a abrir la ventana del salón...
Tuve que correr por el pasillo para llegar a la cocina y cuando fui a encender el mechero para quemar el trapo de cocina (ese era mi plan...) sentí su presencia a mi espalda y oí como apenas en un susurro me decía:
- No hace fata que hagas eso, ya estoy aquí...
- Hola, le dije mientras me giraba y me acercaba despacio hasta él.
Me quitó las cosas de las manos y agarrándome de una, me llevó hasta el salón.
Habia encendido las velas de la mesa, y el ambiente era de luz tenue y cálido, distinguiéndose apenas solamente nuestras siluetas y nuestras sombras .
Nos sentamos en el sofá y me acercó una copa de vino mientras él cogía la otra.
- Bebiendo en acto de servicio, Batman? le pregunté mirándole a los ojos, intentando ver detrás de la máscara como siempre que le tenía cerca.
- Esta llamada no existe, nunca se ha producido, me contestó acercándose a mi para besarme despacio pero intensamente.
Estoy segura que notó mi temblor, porque sonrió y repitió el beso...pero ahora largo y estrechándome entre sus brazos. El sabe lo tranquila que me siento entre ellos....
Se separó de mi despacio pero sin soltar mi cintura y asi, agarrados fuimos hacia la mesa. Me gusta cuando retira la silla y espera a que me siente... me gusta cuando llena las copas y hace un brindis...Por nosotros...siempre...me gusta cuando se relaja y compartimos una escena juntos, cotidiana.
Cenamos tranquilos, saboreando cada minuto con cada bocado, hablando...Era la primera vez que estaba en la casa nueva. 
Me preguntó como iba todo y nos pusimos al dia...bueno yo, él seguía siendo un misterio...mi misterio. No sé si algún día lo descubriré...no me importa...solo sé que en aquel momento le tenía alli.
Al terminar de cenar le pregunté si quería un café mientras apurabamos las copas de vino, pero prefirió que le enseñase la casa.
Sonreí al escucharle y le cogí de la mano...sólo le enseñé una habitacion, la mia, donde sin duda iba a ocurrir aquello que ambos estábamos deseando.
Entramos, cerró la puerta trás de si, bajó la intensidad de la luz y mientras me besaba me quitó el vestido.
Acarició todo mi cuerpo por encima de la ropa interior , palpando cada poro, sintiendo como me iba excitando con sus caricias...como iba humedeciendo con el recorrido de sus manos por mis muslos y mis bragas...
Yo no podía acariciarle, seguía con el traje, pero podía pasar la yema de mis dedos por sus labios. Los dibujé mientras le miraba a los ojos buscando la señal del placer en ellos. Le brillaban...Le pasée la uña del dedo indice marcándole la boca. El sacó la lengua despacio y metí mi dedo dentro dejando que me lo chupase sensualmente... Me quitó el sujetador y acariciaba mis pechos, pellizcando mis pezones, poniéndolos duros, preparándolos para lamerlos...Mi cuerpo se rindió a la sensación que me provoca y me tumbé en la cama...Le miré invitándole a acompañarme.
Y llegó el momento de desnudarse. Yo sentía una gran curiosidad por como lo haría. Hasta entonces sólo se habia quitado la capa y los guantes para cenar...sus manos grandes y fuertes me excitaban...
Se quitó las botas y el traje...sólo un boxer negro por debajo...su torso desnudo hizo que me incorporase para acariciarlo. Lo recorrí centímetro a centímetro de rodillas en la cama mientras contoneaba el culo al hacerlo...Pensé para mi que ojalá se quitase la máscara...ojala pudiese ver al hombre que se esconde trás de Batman...Pero aunque mientras me acariciaba las nalgas por entre las bragas con una mano, con la otra si que se lo quitó, debajo llevaba un pequeño antifaz, pequeño pero suficiente para que no pudiera adivinarle....
Me sonrió y yo le devolví la sonrisa, me empujó de los hombros y se tumbó encima mio.
Sentí su excitación por encima de mi pubis y me restregué contra ella mientras acariciaba mis pechos con las manos y los lamía. Yo estaba en éxtasis...
Le desnudé del todo, y el cogió su polla dura y húmeda y me la pasó por encima de las bragas una y otra vez. Me besaba en el cuello, los hombros, entre los dos pechos, alrededor del ombligo y llegó a mi sexo que estaba ardiente y deseándole.
Retiró las bragas con delicadeza , alargando el momento...Me lamió y acarició con la lengua y dos dedos. Mi cintura se doblaba en una mueca de placer intenso brindándole mi coño aun más.
Y sin esperar más, entró en mi de una embestida....salió...metió solo la punta y volvió a entrar. Asi una y otra vez...
De repente me cogió en brazos, me apoyó contra la pared y de un golpe me metió su polla hasta dentro dejando que sus huevos golpeasen mi coño en cada movimiento.
Sus besos eran ardientes, lujuriosos y sus ojos brillaban más que nunca....Jadeamos juntos, nos movimos al unísono. Me sujetó fuertemente con las dos manos entre la pared y su cuerpo pero sin darme tregua...Las entradas eran cada vez más rápidas, más fuertes , más seguidas...Ya no había espacio entre una y otra...
Sentimos como los jugos resbalan hacia afuera y cómo cada vez estábamos más y más excitados...notábamos que llegaba el momento.
Yo estaba agarrada a su cuello, mis pechos se movían y rozaban su torso y mis nalgas notaban sus manos atenazándolas. Me sentí llena de él y deseando que su orgasmo me inundase por dentro....
Le susurré al oido, en un jadeo:
- Mi superhéroe....
Y agarrándole mas fuerte me dejé llevar al climax sintiendo como él explotaba conmigo...como espaciaba las embestidas dejando salir cada chorro de semen lleno de placer, convulsionando juntos hasta la extenuación.entre gemidos....
Nos paramos poco a poco en la misma posición y me llevó despacio hacia la cama. Se separó de mi suavemente saliendo de mi interior y viendo como al hacerlo salían mi flujo y su semen juntos como queriendo sellar el momento.
Recogió un poco con el dedo y me lo acercó a la boca. Le agarré con las dos manos y sacando la lengua se lo limpié.
Luego se tumbó a mi lado y extendió el brazo invitándome a acurrucarme encima. Lo cerró abrazándome.
Yo le besé en la mejilla y lo único que escuché antes de quedarme dormida fué un:
- Has vencido al superhéroe...y sentí sus labios en los míos...
Cuando me desperté por la mañana, estaba desnuda y tapada con la sábana...desnuda y satisfecha...
Giré ligeramente la cabeza y ví un pequeño antifaz a mi lado en la almohada.
Lo cogí y aspire su aroma...Olía a él ..
Me levanté sonriendo y me acerqué a la ventana mirando al cielo...y lancé un beso...