jueves, 18 de febrero de 2021

Un día de pesca

Era la segunda vez que iba a ese pueblo. Lo había conocido durante una visita a la Costa Brava en Semana Santa y le había enamorado lo tranquilo que era incluso en agosto, así que cuando quiso desconectar de todo hizo una llamada al pequeño hostal y reservó quince días.
El trabajaba cerca y habían coincidido muchas veces desayunando o paseando por el puerto y poco a poco se habían ido conociendo, haciendo confidencias y forjando una amistad que luego tendrían que mantener en la distancia por teléfono y por internet.
Había cierta atracción, los dos lo sabían, pero de momento no habían pasado de algunas caricias y ciertos arrumacos, pero estaba claro que en cualquier momento iba a suceder...
La noche anterior habían cenado juntos y él la había invitado a salir a pescar al día siguiente y la verdad la idea de estar sin hacer apenas nada al sol y mecida por el mar le resultaba muy, muy tentadora y placentera, así que le dijo que si.
En ese momento llegaba al puerto y le vió desde lejos preparándolo todo. Cuando estaba más cerca él se dió cuenta de su presencia y levantó la vista. Estaba guapa con un pareo que le llegaba justo por encima de la rodilla, la parte de arriba de un bikini y unas sandalias de dos tiras que dejaban prácticamente desnudos los pies, pequeños, cuidados, bonitos...
Sonriéndole se agachó a darle un beso. El roce de sus labios le pareció sensual y excitante. Había decidido dejarse llevar y no poner freno a lo que desde hace tiempo estaba deseando hacer...
Cuando ya estaban fuera del puerto ella se tumbó, la brisa movía el pareo dejando ver la parte de arriba de sus piernas y lo que había entre ellas. El no podía apartar la vista mientras preparaba las cañas y ella se dió cuenta así que las abrió ligeramente apartando el pareo mientras se acariciaba la parte interna de los muslos con la yema de los dedos. 
Llevaba las gafas de sol puestas así que él no podía ver la expresión de sus ojos pero la manera en que se mordía el labio inferior al hacerlo le demostró que estaba disfrutando. 
El llevaba un bañador y se había quitado la camiseta. Dejó colocadas las dos cañas y se acercó hacia donde estaba ella. 
Se arrodilló delante y apartando su mano de las piernas empezó a acariciarlas él con sus labios desde los tobillos hacia arriba mientras con sus manos buscaba los pechos y pellizcaba por encima de la tela los pezones. Estaban duros y se marcaban insinuantemente lo que hizo que se los llevase a la boca para mordisquearlos mientras sus manos desataban el pareo. 
Empezó a acariciar el pubis por encima del bikini notando como si iba mojando al tacto. 
Acercó su boca a la de ella besándola suavemente y fué bajando despacio por el cuello, los hombros, el escote parando en cada pecho mientras le quitaba el sujetador y se los metía en la boca primero uno y luego el otro. 
Se había colocado encima de ella y sus entrepiernas se rozaban en suaves movimientos de vaivén acompasados mientras sus bocas se fundían en jugosos besos y sus manos se acariciaban mutuamente.
Ella notaba la polla de él dura aun en el bañador y mientras con una mano la acariciaba con la otra iba desnudándolo. Cuando estuvo fuera y libre la agarró con una mano y empezó a masturbarla contra su coño. 
El dedicó un momento a quitarle el bikini primero la braga y después el suje y llevo la mano que sostenía su polla hacia abajo para estimular con el capullo el clítoris mientras con la otra separaba bien los labios al hacerlo. 
Ella emitió un largo gemido de placer y le dedicó una sensual sonrisa. Mientras él dedicaba toda su atención a su coño ella estaba estimulando su culo con los dedos húmedos en su propio flujo. No paraban de besarse y mordisquearse y los jadeos iban en aumento. 
Ella le había contado en alguna ocasión que lo que más le gustaba era el sexo oral, así que decidió que iba a hacer que alcanzase el éxtasis en su boca.
Se separó un momento de ella y le agarró de las piernas colocándose él en medio atrayéndola hacia sí. Acarició con los dedos su clítoris y mientras los bajaba hacia la vagina acercaba su boca a sus muslos besándolos y lamiéndolos. 
La manera en que ella arqueó su espalda le hizo sonreír de placer sabiéndola disfrutando. Cuando subió hasta su pubis el clítoris estaba tan excitado que sobresalía caliente y húmedo entre los labios. 
Abrió estos con dos dedos y pasó la lengua desde el coño hasta arriba entreteniéndose en él, lamiéndolo, besándolo, succionándolo, mordiéndolo cada vez más rápido mientras metía primero un dedo y luego poco a poco alguno mas en el coño inmensamente lubricado. Ella movía cada vez más rápido las caderas y se acariciaba los pechos.
Sus gemidos eran muy explícitos y él sabía que el momento estaba cerca así que bajó la cabeza un poco más y metió su lengua sin dejar de moverla ni un segundo. 
No quería perderse ni un momento de la excitación de ella así que mientras la follaba con su lengua se masturbaba para que la polla estuviese preparada. Notó como a ella le costaba mantener las piernas separadas así que aceleró los movimientos y a la vez que ella emitía un largo gemido de placer, el sintió como ese placer le llenaba la boca. 
Siguió un corto rato acariciándola con la lengua después de que ella se corriese y después le incorporó despacio sentándola al borde del saliente. Le besó en los labios fugazmente, le agarró la cabeza suavemente y mientras ella abría la boca él metía su polla en ella. Durante unos minutos él marcó el ritmo de la mamada pero poco a poco ella agarró la polla con sus manos y sacándosela de la boca empezó a marcarlo ella. 
Mientras se miraban a los ojos llenos de lujuria ella le pasaba la lengua por los huevos, el pene y en especial por el capullo bebiendo las gotas que salían de él y volviéndosela a meter en la boca mientras su mano la movía arriba y abajo con movimientos cada vez más rápidos. 
Acariciaba sus nalgas y su culo para aumentar la sensación de placer y metía despacio la punta de su dedo girándolo mientras notaba como él cada vez embestía con mas fuerza su boca.
- Quiero correrme en tu boca, le dijo...
Ella solamente hizo un movimiento leve de cabeza asintiendo mientras le guiñaba un ojo sin distraerse ni un momento en lo que estaba haciendo sino aumentando el ritmo de cada movimiento. 
Le miró a la cara con lascivia y en ese momento él explotó dentro de ella llenando su boca y su garganta de semen. 
Ella lo tragó sin dejar de mirarle mientras recogía con sus dedos lo que salía por entre la comisura de sus labios y se los lamía limpiándolos.
Le agarró suavemente y la levantó despacio acercándola a él y besándole los labios. Se apoyaron en la barandilla y estuvieron largo rato entre besos y caricias notando como iba volviendo poco a poco la excitación a cada poro de su piel, tranquilamente, sin prisas él le dio la vuelta y mientras giraba su cabeza para seguir besándola le separaba suavemente las piernas y restregaba su polla, que ya volvía a estar dura, por su coño desde atrás, el culo, la vagina, los labios y otra vez el culo. 
Mientas le masajeaba los pechos ella hacía lo mismo con su clítoris y ponía su culo en pompa ofreciéndoselo. 
El entendió el gesto aunque primero le penetró por el coño para lubricarse mientras dilataba el culo con dos dedos empapados en su flujo. 
Al poco ella notó como le entraba la polla y le invadió una inmensa sensación de placer al tiempo que sentía cierto dolor, que fue pasando a medida que el aumentaba el ritmo de la embestidas.
Ella seguía masturbando el clítoris y con otra mano se agarraba fuertemente a la barandilla. Los movimientos de sus dedos seguían al de los cuerpos como si estuviesen ensayados. El la agarraba de un hombro con una mano y de la cadera con la otra mientras le besaba el cuello y la nuca.
Parecía que el tiempo se hubiese parado y sólo estuvieran ellos dos ahí juntos, enganchados, disfrutando....
El le susurró algo al oído y ella sonrió.
- Vamos, le dijo a la vez que aumentaba todos sus movimientos. 
El apoyó su cabeza contra la de ella y agarrándola más fuerte y como si fuesen uno solo alcanzaron el orgasmo.
Cuando terminaron, él paso sus dedos suavemente por la espalda de ella mientras salia de su interior. Ella se dio la vuelta extenuada, satisfecha, feliz....
Se besaron, se tumbaron y se dieron la mano mientras por el cuerpo de ella aun resbalaba el semen de él...

sábado, 13 de febrero de 2021

Una ducha más que placentera

Cuando sonó el despertador, se hizo la dormida. La noche anterior había estado hasta tarde en el ordenador y quería evitar a toda costa el interrogatorio matutino.
En la cocina ya no se oía el ruido de tazas y cucharillas, así que pensó que estaría en el baño. Quería
muchísimo a ese hombre, aunque malas experiencias anteriores no le dejaban demostrárselo como él quisiera. 
Al oír el sonido del agua en la ducha, se acercó y tocó a la puerta a la vez que preguntaba:
-puedo pasar?
-claro, entra - contestó él desde dentro.
La cortina estaba corrida, pero por detrás de ella pudo adivinar la silueta del cuerpo desnudo de él.
Como le gustaba! Sintió un pícaro escalofrío de placer...
Se bajó el pantalón del pijama y se sentó en el inodoro. El oía lo que estaba ocurriendo y sonrió al pensar lo que venía después. Le ponía a cien ver como se secaba y separó un poco la cortina para poder
verlo. Ella sabía que le estaba mirando y por eso puso muchísimo cuidado en todos sus movimientos.
Cogió el paquete de toallitas y el ruido que hizo al abrirlo hizo que la polla de él empezase a animarse, sacó una y empezó a pasársela despacio por el coño mientras le miraba a los ojos invitándole a no perderse ni un detalle.
El abrió la cortina del todo y empezó a masturbarse despacio y ella se giró un poco para quedar de frente, abrió bien las piernas y separó los labios con dos dedos dejando aparecer su clítoris dispuesto a disfrutar. 
Con la otra mano empezó a estimularlo a la vez que se pasaba la lengua humedeciéndose la boca en una provocadora invitación. 
Llevaba una camiseta blanca y tenía los pezones tan duros que él le pidió que entrase a la bañera con él. Quería lamérselos, tocárselos, pellízcárselos y darles suaves mordiscos... 
Ella soltó una sensual carcajada y no se hizo de rogar. 
Se quitó los pantalones y se metió en la ducha. 
El agua empapó enseguida la camiseta poniendo de relieve sus pechos. El los agarró con las dos manos y los sobó con insistencia, mientras le daba un jugoso beso en la boca, metiéndole la lengua y restregándose la polla, ahora ya dura y caliente, por su cuerpo.
Ella la cogió con una mano y empezó a menearla con firmeza pasándole las uñas de la otra suavemente desde la nuca hasta la rabadilla y otra vez hacia arriba. A él le encantaba esa sensación, le ponía los pelos de punta y añadía más excitación a todo su cuerpo.
Metió las manos por debajo de la camiseta y tiró de ella hacia arriba para quitársela, le besó el cuello, le mordisqueó la oreja y se arrodilló para meterse primero uno y luego el otro los dos pechos en la boca, mamándolos como si fuese un bebe hambriento. Ella le tenía abrazado y se frotaba el pubis por su cuerpo no queriendo perder ni un ápice de esa sensación que le hacía estar como en una nube.
Cogió el gel y se echó una cantidad en la mano, el aroma a té verde y limón hizo que los dos aspirasen aire a la vez como si eso les diese energía para seguir. Empezó a enjabonarle todo el cuerpo y él hizo lo mismo. 
Cuando llegaron cada uno al sexo del otro pasaron largo rato acariciándoselo, pasando luego al culo y volviendo al coño él y a la polla ella. Estaban con las bocas fundidas como si se tratase de una sola, comiéndose los labios, la lengua y besándose al mismo ritmo que se acariciaban. La excitación estaba llegando a un punto que de seguir así los dos se hubiesen corrido ya, pero querían disfrutar mucho más. Por eso ella le propuso aclararse y seguir fuera, en el suelo.
Se juntaron para ponerse justo debajo del chorro de agua y el jabón corrió por sus cuerpos calientes desde la cabeza hasta los pies.
Ella estaba apoyada con la espalda en el pecho de él y notaba su polla en su culo, la agarró sin darse la vuelta con las dos manos y empezó a darle movimientos a un ritmo que hizo que él gimiese de placer, lo que hizo que ella se girase y de rodillas se metiese el capullo en la boca, besándolo primero y pasándole la lengua después. 
Le encantaba lamerlo como si fuese un helado y no escatimó en lametones desde la base de los huevos hasta el capullo y vuelta. Hacía esto tres o cuatro veces y se la metía entera en la boca comiéndosela y moviéndosela dentro mientras acariciaba su culo y sus huevos indistintamente. El la agarró suavemente del pelo para que ella levantase la vista y poder ver la mirada de vicio que ponía cuando le estaba haciendo una mamada. 
Le cogió por los brazos y le puso de espaldas a él con las manos apoyadas en la pared y le empujó hacia fuera para ponerle el culo en pompa. Ahora le tocaba a él, le separó las nalgas y le acarició el coño desde atrás con una mano mientras le besaba los muslos y le pasaba la lengua por ellos, sintiendo como le temblaban de placer. 
Le metió un dedo en la vagina notando lo empapada que estaba y se la empezó a comer, lamiéndole el clítoris y metiéndole la lengua como si se la estuviese follando.
Ella gemía como nunca y a él eso le estaba poniendo más que a cien, pero quería alargar ese momento más y por eso a pesar de las protestas de ella, paró un momento y salió de la bañera invitándole a ella a hacer lo mismo. Cogió una toalla grande y la echó en el suelo del pasillo, le puso a cuatro patas y después de pasarle la polla por el culo y por el coño varias veces para recuperar el punto de excitación le metió la punta por el primero con suavidad, moviéndola despacio y sintiendo como ella se quejaba con placer, a la vez que le estimulaba el clítoris con una mano y le pasaba la otra acariciando la espalda.
Estuvieron así un rato, y el sacó la polla del culo y le dió a ella la vuelta y la tumbó en el suelo, le dobló las rodillas y le separó las piernas para poder hundir bien la cabeza entre ellas volviendo a comerle el coño mientras le acariciaba los pechos y le pellizcaba los pezones. 
Comprendiendo que ella ya no aguantaría mucho más, se esmeró en la comida y movió su lengua dentro de ella a un ritmo que le hizo viajar al séptimo cielo, dentro, sacándola para lamerle el clítoris y dentro otra vez. Así hasta que sintió que ella intentaba cerrar las piernas en señal inequívoca de que el orgasmo estaba por llegar. 
Le colocó los pies encima de sus hombros y metió su polla en la vagina empapada y a punto para recibirla. Empezó a menearse dentro de ella y ella comenzó a moverse al unísono con movimientos tan acompasados que parecían un solo cuerpo. 
El sabía que a ella le gustaba besarle durante el orgasmo, por eso le bajó las piernas, se tumbó encima sin dejar de moverse, la agarró por la nuca y le besó metiendo la lengua hasta la garganta, le miró a los ojos y supo que había llegado el momento. 
Se corrió dentro de ella mientras ella gimiendo y retorciéndose de placer, hacía lo mismo...

jueves, 11 de febrero de 2021

Sin tregua

Es un viernes al mediodía y hemos quedado esta noche. En teoría vas a ir a buscarme a la estación pero lo que no sabes es que estoy montada en el tren a punto de llegar.
Hemos hablado a media mañana para ultimar detalles y hemos tenido una conversación algo subida de tono. Me has contado donde vas a comer y que el coche estará aparcado en un parking cercano. Así que cuando llego, cojo un taxi y le digo que me deje allí.
Con un poco de suerte no tardaré mucho en encontrarlo. Estoy cachonda...y según ha ido la conversación tu también.
En cuanto te vea mojaré las bragas y no pienso darte tregua. Calculo que llegarás más o menos pronto ya. Me apoyo en el capó del coche. Llevo un vestido vaquero entallado abierto de arriba abajo con corchetes y sin mangas. Unas sandalias de tacón bajo. Un sujetador que se ata por delante y un culote negros. 
Oigo pasos a mi derecha...miro y te veo...me miras como si estuvieses viendo un espejismo...quiero acercarme a besarte y restregarme contra ti...quiero sentirte ya...pero voy a esperar a que llegues...quiero que me folles allí mismo apoyados en el coche. Noto como mi clítoris empieza a palpitar y como se me contrae el coño ya mojado preparándose para tí.
Llegas donde mí y sin decir nada colocas tu mano en mi nuca y me acercas hacia ti. Metes tu lengua en mi boca de manera intensamente lujuriosa. Noto como tu polla está dura y empiezo a acariciarte desde fuera...estás tan caliente como yo y tampoco tienes intención de esperar. 
Me sueltas el cinturón y de un tirón abres el vestido. Yo mientras te voy soltando el pantalón sin dejar de jugar con mi lengua en tu boca, morderte los labios y besarte, besarte con lascivia...fuerte...sin coger aire... 
Me estás masajeando las tetas por encima del sujetador y yo he liberado ya tu polla...grande, dura, caliente, jugosa..mmmmm...tengo ganas de comértela pero sólo voy a chuparla un poco...necesito saborearte...has desatado el sujetador y me estás comiendo las tetas mientras tu mano hurga entre mis bragas y notas como las empapo. 
Colocas tu palma abierta encima y la mueves...sabes que eso me vuelve loca y separando con brusquedad las bragas a un lado me metes un dedo y me follas....me follas con fuerza mientras yo restriego tu polla y tus huevos con mi pierna...metes otro dedo y otro y según me cubres el coño con ellos los mueves más y más rápido...
Me acerco a tu oído, te muerdo y te digo que quiero polla....y sin decir nada me agarras y me sientas en el capo, me abres las piernas y mientras me das a chupar los dedos mojados en mi flujo y yo los lamo como si de tu polla se tratase, me la restriegas por la raja lubricándola y sin que me de cuenta me la metes de golpe con una embestida que me echa hacia atrás...me sujetas de los hombros y me follas....me follas con embestidas fuertes mientras lames mis tetas y las mamas como si te fueses a alimentar de ellas...
Sacas la polla un poco y la vuelves a meter de golpe...te agarro fuerte y nos movemos juntos...cada vez más rápido ...cada vez más fuerte. 
No puedo dejar de mirarte a los ojos...tienes el placer escrito en ellos y yo voy a abandonarme al orgasmo...bésame, te digo...y mientras me comes la boca siento como tu polla me explota dentro. Cuando recobramos la respiración, sales de mi haciendo que nuestros flujos me resbalen por las piernas.
Voy a sacar el ticket de la máquina y como sé que me estás mirando, me paso un dedo por el muslo, me vuelvo y sacando la lengua....lo chupo...

lunes, 8 de febrero de 2021

Servicio de habitaciones

No hacía mucho que se conocían pero parecía que llevaban media vida siendo amigos. Se habían conocido por casualidad y la verdad es que enseguida habían congeniado. 
A ella le encantaba lo tranquilo y sereno que era él para todo, bueno para casi todo, y a él lo transparente que era ella. con ella no había suspicacias, ni malentendidos ni segundas intenciones, lo que se veía es lo que había...y a él le gustaba muchísimo lo que se veía.
Estaban en contacto continuo por internet e intentaban quedar siempre que podían para hacer una escapada de fin de semana. 
Esta vez él tenia una feria importante relacionada con su trabajo y ella se había acercado los últimos días para estar con él.
Hacía una hora que se había bajado del tren, había cogido un taxi y habían quedado en verse en el hotel cuando él terminase. Le había llamado por teléfono para asegurarse que había llegado bien y ella le había comentado que iba a darse un baño y a descansar un rato.
Así que se encontrarían en la habitación.
Cuando terminaron de hablar, deshizo la maleta y se pegó una ducha rápida. Puso algo de música y se tumbo en la cama. Bajó la luz dejando la estancia en penumbra.
Habrían pasado unos diez minutos cuando tocaron a la puerta y se oyó una voz desde fuera diciendo:
-Servicio de habitaciones...
- Está abierto, contestó ella sonriendo.
Se abrió la puerta y una mano apagó la luz del todo. Entró alguien. Sintió unos pasos firmes de hombre andando hacia a ella y aunque no podía verle, notaba como se estaba desnudando. Escuchaba el ruido de la ropa, botones al soltarse, cremallera al bajarse...como se acercaba a ella. 
De repente notó como la sábana que le tapaba se movía en dirección a sus piernas mientras una mano se deslizaba con provocación sobre uno de sus muslos subiendo por él llegando a sus bragas y deslizando los dedos sobre ellas en busca de su entrepierna. 
Ya empezaba a estar húmeda y al sentir las yemas de los dedos sobre ella separó las piernas dejándose hacer, inmóvil, excitada respirando poco a poco cada vez más jadeante.
En un movimiento brusco notó como toda la ropa de cama caía al suelo quedando expuesta, desnuda, sin nada que cubriese su cuerpo.
Notó como él respiraba su aroma a la altura de su cuello mientras su mano recorría el borde superior de sus pechos jugueteando, subiendo, posándose sobre uno de ellos con delicadeza pero de manera contundente, mientras entre las piernas los dedos no dejaban de moverse arriba y abajo. Se notaba cada vez más mojada. estaba muy excitada y espectante a cada movimiento de él.
Sintió los labios de él recorriendo una de sus orejas, la mano seguía recorriendo sus pechos y la otra había entrado en su coño haciendo que ella levantase algo las caderas para facilitarle la labor.
La boca de él estaba ahora recorriendo los pezones. Le cogió de una mano y se la acercó a su polla firmemente para que notase lo excitado que estaba y crear en ella aun más excitación. Pero sin dejarle hacer nada mas.
La mano que le recorría el clítoris por encima de las bragas se movía cada vez con más rapidez bajaban hacia el coño intentando penetrarlo entre gemidos y susurros de ella al notar el roce de la tela.
La boca alternaba uno y otro pezón, lamiéndolos, mordisqueándolos, succionándolos. Ella sentía el aliento jadeante de él, excitado sobre su piel. Aumentando su respiración a medida que aceleraba sus movimientos.
Notó como retiraba la tela de las bragas sin dejar de mover dos dedos arriba y abajo. Acercó su boca al oído susurrándole:
- Quieres que siga?
Ella movió ligeramente la cabeza en un sí mientras de sus labios solo salió un mmmmmmmmmmmmmmm.
Entonces él colocó su dedo pulgar sobre el clítorix y lo empezó a girar sobre él, empapado en los fluidos de placer. Notó su aliento cercano a su oído y una lengua que le recorría el lóbulo mojándoselo
-Quiero que te corras para mí , escuchó mientras sentía la intensa estimulación de esas manos varoniles en su clítorix,
La presión de los labios y los dedos en su pezón y como la otra mano le acariciaba sin dejar de mover el pulgar sobre su clítorix con los otros dedos metidos en su coño escuchando el sonido leve producían al entrar y salir en él. El único sonido que se oía aparte de éste eran los gemidos de ella y la respiración jadeante de él.
Los gemidos aumentaron intensamente y él comprendiendo lo que llegaba hizo lo mismo con sus movimientos mientras sentía como ella se corría en la oscuridad de la habitación sin parar hasta sentir el último estertor de placer.
Sacó la mano suavemente, recorrió con ella todo su cuerpo en una suave caricia, acercó los labios a su cuello para besarlo y después ella escuchó:
-Has estado maravillosa..
Notó que se levantaba despacio de la cama, se acercaba al teléfono y lo descolgaba, pero antes de hablar, miró hacia ella y le dijo:
- Voy a encargar algo para cenar, prepárate porque te toca...
Ella sonrió, se incorporó en la cama y se levantó para ir al baño. Le miró y le lanzó un beso mientras le decía guiñándole un ojo:
- Tranquilo, la noche no ha hecho más que empezar...

viernes, 5 de febrero de 2021

La partida de billar

Era martes por la noche y estaban en la temporada de la sidra. Su mejor amigo tenia un bar asador al que solían ir a menudo a cenar y que se la conseguía a un precio muy especial.
Por la mañana les había avisado que su media docena de cajas ya habían llegado y que podían pasar a recogerlas cuando quisieran. Los miércoles cerraba por descanso semanal y por eso hoy era el mejor día para ir porque podrían comer algo y quedarse luego hasta tarde en la parte de abajo jugando al billar, los dardos o echando unas partidas al mus. 
Habían quedado en llegar hacia las diez y cuando llegaron se acercaron a la barra para esperar a que su amigo pudiese unirse a ellos .El comedor estaba prácticamente lleno así que cenaron en uno de los reservados y se pusieron los tres al día de los últimos acontecimientos y novedades en sus vidas. 
Les pilló de sorpresa la noticia de que iba a ser padre y abrieron una botella de champán para celebrarlo. Hacía muy poco que se había casado y eso también había sido un bombazo en su momento. Estaban muy contentos de verle feliz porque en los últimos meses lo había pasado mal hasta que conoció a su ahora flamante esposa. 
Como siempre, habían cenado de maravilla, tomaron el postre y estaban haciendo los cafés cuando el último de los camareros y la cocinera vinieron a decirles que se iban ya. Y entonces su amigo les comentó que él también se iba a marchar, porque andaba medio griposo y no quería llegar muy tarde, pero que ellos podían cerrar y quedarse el tiempo que quisieran. Podían llevarle las llaves al día siguiente por la mañana a su casa. 
La idea les pareció estupenda y dijeron que sí. Se despidieron y él les acompaño a la puerta para una vez se fueron cerrarla por dentro. Cuando se quedaron solos decidieron cambiar los ca fes por un té de hierba y bajaron a la barra de abajo para hacerlo. 
Apagaron todo arriba y así desde fuera el sitio parecía cerrado. Encendieron las dos estufas y se relajaron. En la cadena musical estaba sonando una grabación en directo de un concierto de Sabina, el cantautor preferido de ella. Siempre decía que Sabina era un poeta de la vida y él le hacia rabiar diciéndole que había muchas canciones que parecían inspiradas en ella. Empezarían por una partida de billar.
Para hacerlo mas emocionante él propuso apostar algo y ella echándose a reír se acercó a él y dándole un suave beso en los labios le dijo: 
- stripbillar, vamos a jugar al stripbillar. 
A él sin duda la propuesta le excitó, sabia lo que eso suponía porque en casa solían hacerlo con el parchís y llevando la mano de ella a su paquete así se lo hizo saber. 
Eso hizo que el dulce beso se transformase en un intenso morreo, entrecruzando las lenguas y mordisqueándose el uno al otro los labios. 
Estuvieron unos minutos besándose y sobándose por encima de la ropa lo justo, pero lo suficiente para ponerse a tono. Ella le estaba pasando una mano por el culo y con la otra iba aumentando el tamaño de su polla con movimientos envolventes y él se dedicaba por entero a sus pechos, primero por encima del jersey y poco a poco fué deslizando las manos por debajo de éste para sentirlos mejor y comprobar como los pezones se estaban poniendo duros. Esa sensación le hizo estremecerse y agarrándole por la nuca la acercó más a él a la vez que aumentaba la intensidad de los besos empezó a restregarse contra su cuerpo. 
Ella se dió cuenta de que él se estaba poniendo a cien y como no quería perderse nada del juego, fué separándose poco a poco mientras le decía: 
- vamos a poner las reglas. 
Echaremos a cara o cruz quien empieza y luego cada vez que uno meta bola, el otro se quita una prenda y le toca una parte del cuerpo que tenga ya desnuda. 
- de acuerdo, contesto él. Prepárate. Ella hizo un divertido gesto contando las prendas que más o menos llevaba cada uno y él al darse cuenta, quiso hacer una aclaración: 
- no vale ni el reloj, ni pendientes, ni anillos... 
Y el calzado y los calcetines hacen los dos una vez. 
Ella sonrió y contesto: 
- de acuerdo. 
Echó la moneda al aire y salió cara. 
- Yo empiezo. 
Colocaron las bolas y cogieron los tacos. Ella estaba pasando la tiza por el extremo del suyo y él la estaba mirando.
Estaba pensando que hasta ese simple gesto resultaba sensual y excitante en ella cuando el sonido del chocar de las bolas entre si le anunció que la partida estaba en marcha. Entraron dos bolas lisas en el primer golpe, así que para el quedaban las rayadas. 
Habían quedado que esta tirada no contaba, así que nadie se quito nada, pero ella al pasar por delante de él para coger posición y seguir tirando empezó a juguetear besándole y frotándose contra él manteniendo así el ambiente cálido y excitante. 
El por supuesto le seguía gustosamente el juego. Volvió a tirar, esta vez entró una bola, así que él tenia que desprenderse de algo. Se quitó el jersey. 
Debajo llevaba una camiseta que ella le había regalado en su ultimo cumpleaños. Era de manga corta, así que la caricia se la dio en los brazos, pasándoles las manos por ellos muy suavemente rozando casi las cosquillas lo que hizo que a él le recorriese un placentero escalofrío por todo el cuerpo.
Luego le agarró sus manos y puso las palmas hacia arriba y chupándose uno de sus dedos se lo pasó por ambos antebrazos desde las muñecas hasta los codos. El se dejaba hacer pensando que parecía la caricia de una pluma y que nunca hubiese creído que un simple recorrido por esa zona pudiera hacerle sentirse así. 
Ella terminó el jugueteo y alejándose despacio se dispuso a volver a tirar. Esta vez falló. 
-Te toca, le dijo, tirándole un beso. 
- Jaja, ya no tocas bola, le dijo él sonriendo. Tiró y entró. 
Ella empezó a descalzarse y él se fue acercando para hacerle la caricia, pero en lugar de eso colocó su mano en la entrepierna y empezó a moverla sobándole el coño por encima del pantalón. 
-Tramposo, empezó a protestar ella, pero él la agarró y le empezó a besar con tanta intensidad que ella no se pudo resistir. Estuvieron besándose y tocándose un rato y el empezó a quitarle el jersey. Ella le dijo que eso no valía que no había metido bola, y él cogiendo una con una mano la metió en la tronera que tenía más cerca. 
- Ya está, ahora tienes que quitarte otra. Ella se quitó el jersey divertida sabiendo que la partida como tal había acabado casi nada más empezar y él mientras cogía otra bola al azar y mirando si era lisa o rayada , la metía. Se quitaban la ropa por orden dependiendo de que bola fuese sin dejar de besarse y tocarse el uno al otro. Cuando él estaba en gayumbos y a ella aún le quedaban los vaqueros y las bragas él la cogió en brazos y apartando las bolas del centro de la mesa, la tumbó boca arriba tumbándose él encima. 
Le estaba besando el cuello y los hombros a la vez que le acariciaba los pechos y le separaba las piernas con su rodilla, le soltaba poco a poco el pantalón. Ella se dejaba hacer, estaba muy relajada, se le notaba en los gemidos suaves y rítmicos. Cogió una de las bolas que tenía cerca y comenzó a pasársela a él por la espalda a modo de masaje. El terminó de quitarle los pantalones e hizo lo mismo pero en las piernas, desde los tobillos hasta las ingles, haciendo amagos también alrededor del pubis por encima de las bragas. Estas estaban ya muy mojadas lo que hizo que él metiese sus dedos por un costado y le tocase el clítoris suavemente primero y más deprisa después, los gemidos de ella fueron en aumento según el iba bajándole las bragas y besándole los muslos y pasándole la punta de la lengua suavemente. Le acarició el coño mientras subía la cabeza besándole las piernas y cuando estuvo a su altura empezó a lamerlo despacio primero aumentando el ritmo poco poco a la vez que ella arqueaba la espalda y separaba las piernas en una provocadora invitación a que se lo comiese todo. 
El lo entendió a la perfección y no se hizo de rogar, separó los labios con los dedos humedecidos en el flujo de ella para estimular el clítoris y metió su lengua en la vagina haciendo movimientos circulares. Con la otra mano acariciaba y pellizcaba los pezones duros y en punta con lo que el primer orgasmo de ella no tardaría en llegar. El conocía a la perfección cuando llegaba ese momento, lo había disfrutado muchísimas veces y los gemidos eran inconfundibles, así que estaba decidido a hacerle gozar hasta la extenuación. La lengua trabajaba cada vez más deprisa y los dedos se alternaban con ella para recorrer sin pararse la zona que en ese momento estaba libre. 
Al cabo de unos minutos ella le agarró la cabeza con las dos manos como empujándola hacia el interior y sus muslos se pusieron a temblar de placer cuando todo su cuerpo alcanzo el clímax. Mientras ella se corría el mantenía el ritmo de lo movimientos para que ella no perdiese ni un ápice de la excitación. Cuando los gemidos fueron terminando el alcanzó su boca para besarla y la tumbo de costado de forma que quedaban tocándose la espalda de ella con el torso de él, le levantó la pierna que quedaba encima y empezó a juguetear con la polla en el culo de ella, lo dilató un poco con los dedos y metió el capullo dentro, ella dió un pequeño gemido de dolor pero enseguida fue de placer al sentirla moverse dentro. Le acariciaba los pechos y ella se tocaba el clítoris después de haberse humedecido los dedos metiéndoselos a él en la boca. 
Las pocas bolas que quedaban en la mesa se movían al ritmo de ellos como si quisieran también participar en el momento. Cuando él estaba a punto de correrse saco la polla del culo de ella se puso de rodillas y le levantó estirándole de un brazo ella abrió la boca y agarrándola con una mano se la metió dentro moviéndola de arriba a abajo rápidamente y sacándola para lamerla en todos los sentidos, capullo, polla y huevos. Lo hizo varias veces hasta que él le dijo que había llegado el momento. Entonces se la comió durante un rato para sacarla después y dejarla correrse en su cara.
Cuando toda la leche le inundó y el estremecimiento de él se fue calmando, se puso a la altura de su boca, le besó y dijo:
-Fin de la partida...   

jueves, 4 de febrero de 2021

La sauna

Por fin habían podido quedar un par de días para pasarlos juntos y conocerse en persona después de llevar unos meses manteniendo una relación en la distancia desde que se conocieron en un foro. Habían hablado muchas veces de las fantasía de los dos y de cosas que les gustaría hacer juntos y él le había preparado una sorpresa.
Se había encargado de buscar el hotel y había encontrado uno con sauna que aunque era común a todos los usuarios, seguramente a esas horas habría poca gente y podrían cumplir una de las fantasía de ella. Le había contado muchas veces como le gustaría tener sexo oral en una sauna y habían fantaseado mucho juntos con eso.
Ahora por fin él se lo iba a poner en bandeja. 
Cuando terminaron de desayunar ella le preguntó donde iban a pasar la mañana y cuando él le contestó que en la sauna...ella se volvió a mirarle con una sonrisa de oreja a oreja y acercó su boca a la de él para darle un intenso beso como si empezase a abrir la puerta a lo que sabía iba a pasar...
Se prepararon y subieron...entraron y pasaron al vestuario para desnudarse y coger las toallas. Luego ya fueron hacia la sauna. Entraron y había tres personas, dos hombres y una mujer, aparte de ellos dos así que se pusieron en el sitio mas alejado de ellos. 
Se sentaron y enseguida empezaron a juguetear el uno con el otro. El le acariciaba los hombros y los brazos mientras ella le besaba en el cuello y le daba pequeños mordiscos en las orejas. Se tocaban por encima de las toallas juntando a la humedad del ambiente la de su excitación. 
Ella cambió un poco la postura para poder acceder a la boca de él y se colocó apoyándose en él, mientras miraba de reojo si las personas que estaban les miraban o seguían a lo suyo. 
Se dió cuenta que la mujer se había marchado y que los dos hombres no quitaban la vista de lo que estaban haciendo...incluso le pareció que uno de ellos se tocaba por encima de la toalla. 
En lugar de importarle le dió muchísimo morbo. Se excitó más y empezó a buscar debajo de la toalla de él su polla. 
La cogió con una mano y empezó a masturbarle poniéndola cada vez más dura. El mientras tanto tiró de un lado de la toalla para dejar los pechos al descubierto y comenzó a acariciarlos ya desnudos, pellizcando suavemente los pezones. Bajó la cabeza para acercárselos a la boca y poder pasar la lengua por la areola primero en uno y luego meterse el otro en la boca como si fuese un bebe mamando. Eso hizo que ella se abadonase totalmente al placer sin preocuparse ya lo más mínimo de si entraba o salía alguien o les veían o no...
Y mientras él le dedicaba toda su atención a sus tetas ella se incorporó un poco para coger postura y poder acceder mejor a su polla. Se dobló hacia delante por la cintura y mientras él se las masajeaba una y otra vez ella pasaba la lengua desde los huevos hasta la punta del capullo y allí se paraba a lamerlo repetidamente, metiendo la punta de la lengua en la pequeña raja por la que ya asomaban esas primeras gotas que tanto le gustaba beber. 
Se miraban gozar el uno al otro lo que ponía una nota aún mas morbosa en todo lo que hacían. El bajó una mano hasta el culo de ella y le acarició suavemente las nalgas. Llevó la mano hacia el coño mojado lubricando en él los dedos e introdujo un par moviéndolos cada vez un poco más rápido. 
Ella tenia la poya metida en la boca y siguió con ella el ritmo del movimiento que él iba marcando. Le miró a los ojos y vió que él miraba hacia donde estaba uno de los hombres que los observaba. 
Iba a girar la cabeza cuando notó que otra mano le acariciaba la espalda desde los hombros hasta la zona lumbar llegando al culo. El hombre introdujo un dedo y comenzó a moverlo despacio primero para ir aumentando el ritmo según ella en continuos movimientos de placer iba poco a poco dejándole hacer. Se sentía plena con la boca llena por la polla de él y el coño y el culo trabajados por ambos hombres...
Pasaron así un rato, pero enseguida sintió que lo que ahora acariciaba su culo no eran unos dedos sino una polla intentando abrirse paso. Miró a su compañero y éste le agarró de los hombros y le atrajo hacia si para besarle la boca. Se fundieron en un beso largo juntando sus lenguas mientras él volvía a acariciar sus pezones pellizcándolos lo justo para mantenerlos duros y en punta. 
Se mordisqueaban los labios y volvían a besarse cada vez con más lujuria. El otro hombre mientras tanto se masturbaba rozando su polla entre las nalgas de ella cada vez más excitado...cada vez más rápido... 
El se tumbó en el banco y ella se colocó encima suyo durante unos instantes simplemente rozándose su cuerpo contra el de él como si quisiera impregnarlo de los jugos que mojaban su sexo...como si quisiera dejarlo oliendo a ella. Agarró la polla con una mano y se la restregó por el clítoris excitado y caliente...grande y sensible...Se colocó encima de ella y se la fué metiendo poco a poco hasta tenerla totalmente dentro. Comenzó a cabalgar y a balancearse rápidamente sabiendo que ambos estaban muy a punto. 
Se inclinó hacia él para poder besarle el cuello, mordisquearle las orejas y los labios, lamerle...y sentir como sus tetas, como sus pezones duros y puntiagudos se movían rozando su pecho. Estando prácticamente tumbada hacia adelante sintió como el otro hombre pasaba el capullo por sus nalgas mojándolas ya de semen. sintió como recorría el interior de éstas con él y en un segundo notó como una lengua recorría su culo dilatándolo. 
Un placer muy intenso recorrió todo su cuerpo...nunca había hecho una doble penetración y de hecho tenía cierto temor a que le hiciese daño...pero el morbo y la curiosidad pudieron más. La lengua del hombre se movía rápidamente y lubricaba su culo, dos de sus dedos se introducían comprobando que estaba preparado...y sin que ella se diese cuenta sintió como metía la punta despacio primero, para ir empujando poco a poco después hasta que estuvo dentro hasta sus huevos. 
Ella emitió un jadeo y miró a su compañero a la cara como disfrutaba y se abandonó totalmente al placer que le estaba produciendo sentirse doblemente cubierta. Los movimientos eran acompasados y sentía los huevos del hombre chocar contra su culo en cada embestida. Ninguno de los tres se acordaba ya de que había otro hombre mirándolos...estaban totalmente abandonados al placer. 
Ella ladeó la cabeza para apoyarla en él cuando vió que el cuarto hombre se acercaba con la toalla aun puesta pero asomando a través de ella una polla dura e inmensa. Enseguida adivinó lo que quería y mirando a su compañero y guiñándole un ojo la agarró y se la metió en la boca. En ese momento ella se sintió en el séptimo cielo...tenia tres pollas dándole placer y se sentía plena. 
El hombre que cubría su culo aumentó el ritmo de sus embestidas y sin saber que lo que iba a hacer a ella le volvía loca, saco la polla para correrse en su espalda. 
En el momento en que ella sintió el semen caliente se abandonó a su propio orgasmo mientras tenía aun a su compañero dentro y otra polla llenándole la boca. Las convulsiones del clímax provocaron que el último hombre le agarrase de la cabeza para en un par de movimientos más llenarle la boca de semen. Cuando se hubo corrido, sacó la polla y la paseó por los labios de ella llenándolos con las últimas gotas que dejaba el orgasmo. Los dos desconocidos se sentaron satisfechos un momento y cuando recuperaron el aliento se marcharon dejándolos solos. 
Ella estaba pletórica y exhausta, pero aun llena de deseo. Se incorporó sentada encima de él y volvió a balancearse cada vez más rápido. El le sujetaba las caderas y acariciaba sus pechos mirándola como volvía a estar a punto de alcanzar el punto máximo. Estuvieron un rato así moviéndose al compás y poco a poco acoplándose cada vez más. Ahora parecía que solo se movía uno...ella apoyaba las manos en el pecho de él y él tenía ambas cubriendo sus tetas. 
Le cogió por las nalgas, le embistió un par de veces con fuerza y llenó su interior de semen mientras ella se dejaba llevar por el inmenso placer que le estaba produciendo su segundo orgasmo. 
Estaba agotada y llena de semen por todas partes...pero feliz...
Se recostó en él y el recorrió su columna vertebral con la yema de los dedos hasta su cuello... le acarició el pelo...le besó...y ella simplemente cogió una de sus manos cerrando los ojos...como si aun no se terminase de creer lo que acababa de vivir...