lunes, 8 de febrero de 2021

Servicio de habitaciones

No hacía mucho que se conocían pero parecía que llevaban media vida siendo amigos. Se habían conocido por casualidad y la verdad es que enseguida habían congeniado. 
A ella le encantaba lo tranquilo y sereno que era él para todo, bueno para casi todo, y a él lo transparente que era ella. con ella no había suspicacias, ni malentendidos ni segundas intenciones, lo que se veía es lo que había...y a él le gustaba muchísimo lo que se veía.
Estaban en contacto continuo por internet e intentaban quedar siempre que podían para hacer una escapada de fin de semana. 
Esta vez él tenia una feria importante relacionada con su trabajo y ella se había acercado los últimos días para estar con él.
Hacía una hora que se había bajado del tren, había cogido un taxi y habían quedado en verse en el hotel cuando él terminase. Le había llamado por teléfono para asegurarse que había llegado bien y ella le había comentado que iba a darse un baño y a descansar un rato.
Así que se encontrarían en la habitación.
Cuando terminaron de hablar, deshizo la maleta y se pegó una ducha rápida. Puso algo de música y se tumbo en la cama. Bajó la luz dejando la estancia en penumbra.
Habrían pasado unos diez minutos cuando tocaron a la puerta y se oyó una voz desde fuera diciendo:
-Servicio de habitaciones...
- Está abierto, contestó ella sonriendo.
Se abrió la puerta y una mano apagó la luz del todo. Entró alguien. Sintió unos pasos firmes de hombre andando hacia a ella y aunque no podía verle, notaba como se estaba desnudando. Escuchaba el ruido de la ropa, botones al soltarse, cremallera al bajarse...como se acercaba a ella. 
De repente notó como la sábana que le tapaba se movía en dirección a sus piernas mientras una mano se deslizaba con provocación sobre uno de sus muslos subiendo por él llegando a sus bragas y deslizando los dedos sobre ellas en busca de su entrepierna. 
Ya empezaba a estar húmeda y al sentir las yemas de los dedos sobre ella separó las piernas dejándose hacer, inmóvil, excitada respirando poco a poco cada vez más jadeante.
En un movimiento brusco notó como toda la ropa de cama caía al suelo quedando expuesta, desnuda, sin nada que cubriese su cuerpo.
Notó como él respiraba su aroma a la altura de su cuello mientras su mano recorría el borde superior de sus pechos jugueteando, subiendo, posándose sobre uno de ellos con delicadeza pero de manera contundente, mientras entre las piernas los dedos no dejaban de moverse arriba y abajo. Se notaba cada vez más mojada. estaba muy excitada y espectante a cada movimiento de él.
Sintió los labios de él recorriendo una de sus orejas, la mano seguía recorriendo sus pechos y la otra había entrado en su coño haciendo que ella levantase algo las caderas para facilitarle la labor.
La boca de él estaba ahora recorriendo los pezones. Le cogió de una mano y se la acercó a su polla firmemente para que notase lo excitado que estaba y crear en ella aun más excitación. Pero sin dejarle hacer nada mas.
La mano que le recorría el clítoris por encima de las bragas se movía cada vez con más rapidez bajaban hacia el coño intentando penetrarlo entre gemidos y susurros de ella al notar el roce de la tela.
La boca alternaba uno y otro pezón, lamiéndolos, mordisqueándolos, succionándolos. Ella sentía el aliento jadeante de él, excitado sobre su piel. Aumentando su respiración a medida que aceleraba sus movimientos.
Notó como retiraba la tela de las bragas sin dejar de mover dos dedos arriba y abajo. Acercó su boca al oído susurrándole:
- Quieres que siga?
Ella movió ligeramente la cabeza en un sí mientras de sus labios solo salió un mmmmmmmmmmmmmmm.
Entonces él colocó su dedo pulgar sobre el clítorix y lo empezó a girar sobre él, empapado en los fluidos de placer. Notó su aliento cercano a su oído y una lengua que le recorría el lóbulo mojándoselo
-Quiero que te corras para mí , escuchó mientras sentía la intensa estimulación de esas manos varoniles en su clítorix,
La presión de los labios y los dedos en su pezón y como la otra mano le acariciaba sin dejar de mover el pulgar sobre su clítorix con los otros dedos metidos en su coño escuchando el sonido leve producían al entrar y salir en él. El único sonido que se oía aparte de éste eran los gemidos de ella y la respiración jadeante de él.
Los gemidos aumentaron intensamente y él comprendiendo lo que llegaba hizo lo mismo con sus movimientos mientras sentía como ella se corría en la oscuridad de la habitación sin parar hasta sentir el último estertor de placer.
Sacó la mano suavemente, recorrió con ella todo su cuerpo en una suave caricia, acercó los labios a su cuello para besarlo y después ella escuchó:
-Has estado maravillosa..
Notó que se levantaba despacio de la cama, se acercaba al teléfono y lo descolgaba, pero antes de hablar, miró hacia ella y le dijo:
- Voy a encargar algo para cenar, prepárate porque te toca...
Ella sonrió, se incorporó en la cama y se levantó para ir al baño. Le miró y le lanzó un beso mientras le decía guiñándole un ojo:
- Tranquilo, la noche no ha hecho más que empezar...