-Hola encanto, como vas?
-Hola corazón, estoy saliendo...
-Vale, te espero allí entonces, sabes llegar no?
-No te preocupes cojo un taxi y ya...
-Bien, nos vemos, adeu. Un beso
-Agur, bai...un besito...
Habíamos hablado por el msn cuando ha llegado al taller. Nos hemos dado los buenos días, me ha
contado que todo estaba bien y hemos recordado trozos del día anterior...
Era nuestro primer encuentro en vivo después de haber tenido que ir posponiéndolo durante casi
un año y haber ido alimentado durante todo este tiempo el morbo de como sería.
Yo llegaba a las 7 de la mañana más o menos. Preferí hacer el viaje de noche y estar allí pronto para
poder aprovechar todo el día. Como no iba a poder venir a buscarme, quedamos en vernos ya en el
hotel en cuanto pudiera zafarse del curro, pero como no sabíamos la hora exacta, aproveché para
ducharme y prepararme.
Más que nada para no pensar demasiado en lo nerviosa que estaba. La
verdad es que era muy poco probable que algo saliera mal, pero...nunca se sabe.
Acababa de terminar de secarme el pelo cuando sonó la puerta y oí su voz diciéndome:
- Soy yo...
Estaba envuelta en la toalla aún y por un momento se me pasó por la cabeza vestirme a todo correr, pero luego pensé que no, que daba
igual...
Me repasé delante del espejo en unas décimas de segundo el pelo y el maquillaje y fui a abrirte.
Cuando le ví por fin delante de mí, sonriendo, un escalofrío me recorrió todo el cuerpo. Apenas podía creerlo, pero sí, ahí estábamos él
y yo abrazándonos y fundiéndonos en nuestro primer beso...
Según sentía su cuerpo junto al mío y su lengua metida en mi boca, los nervios se fueron yendo para ser sustituidos por una excitación
aún mayor pero causada por algo muy distinto.
Habíamos pensado quedarnos todo el día en el hotel, así que le encargué que trajera el desayuno.
- Sorpréndeme, le dije...
Estuvimos abrazados delante de la puerta unos minutos, besándonos y acariciándonos sin decir nada, solo se oían suaves gemidos y el
casi imperceptible ruido que las caricias producían al roce con la ropa.
En el hotel había ya bastante movimiento a pesar de que era temprano y al oir el sonido del ascensor al parar en nuestra planta, le
agarré de un brazo y le metí dentro de la habitación.
- Hola, me dijo, guiñándome un ojo. Has tenido buen viaje?
- Buenos días, le contesté, sí, casi todo el rato he venido dormida y sola en el asiento, así que muy cómoda.
Me dirigí hacia la maleta para coger ropa, pero no me dejó.
- No te vistas, estás preciosa...
Empezó a sacar el desayuno de la bolsa mientras yo me sentaba en la cama y ponía las almohadas para que pudiéramos apoyarnos.
Le hice un gesto, indicándole como ponerse. Sabía muy bien lo que quería, lo habíamos hablado mil veces, así que se descalzó y se
sentó en la cama con la espalda apoyada en el cabezal y las piernas abiertas para que yo pudiera meterme en el hueco y apoyarme en
él.
Ladeé un poco la cabeza y le lamí el cuello. Me cogió de la barbilla y volvimos a besarnos esta vez de manera más suave, sensual...
Yo
iba notando cada vez mi cuerpo más relajado y a la vez la excitación iba aumentando según nuestros cuerpos se ponían en contacto y
sentía la suya.
Estaba recorriendo sus labios con mi lengua cuando sentí que sus manos me acariciaban los pechos por encima de la toalla. Estaban
duros, excitados, con los pezones en punta y noté como mi entrepierna se mojaba cada vez más.
Me desató el nudo que la sostenía y empezó a pellizcarlos muy despacio, poniéndolos aún mas erectos. Estaban pidiendo ser lamidos y
yo me moría porque lo hiciera, así que me volví y me puse de rodillas delante suyo acercándolos a su boca.
Me cogió de ambas tetas y
los lamió por turnos, para luego mamar de ellas mientras sus manos me recorrían todo el cuerpo, parándose de vez en cuando en mi
culo o palpando mi sexo comprobando como se iba lubricando.
Metió dos dedos en él y los movió para mojarlos y al sacarlos me acaricio el canalillo con ellos. Luego lo recorrió con la lengua
mientras jadeaba cada vez más y me ponía a mil....
Me senté encima suyo y pude sentir toda su excitación creciendo entre mis piernas. Me restregué contra su paquete llenándolo de mi
humedad y mi olor a mujer ardiendo, le quité la camiseta y fui bajando muy despacio desde su boca recorriendo con mis labios cada
poro de su piel hasta que llegué a sus pantalones. El en ese momento me dejaba hacer mientras me acariciaba el pelo y me contaba en
apenas un susurro como se sentía...
Oírle me aceleraba, me excitaba y hacía que me recrease en mi recorrido. Al llegar a mi destino,
chupe con ansia por encima del pantalón, notando como su polla crecía aún mas deseando que le tocase el turno. Fui soltando los
botones del pantalón uno a uno muy despacio, quería alargar el momento, mientras me colocaba a un lado suyo para que él pudiera
acceder a mi cuerpo mientras yo sacaba su polla por encima del boxer y terminaba de quitarle los pantalones.
Una vez fuera, la cogí
con una mano y la recorrí desde los huevos hasta el capullo con la punta de la lengua, parando en éste para lamerlo bien y chupar las gotas de semen que salían. Mientras la movía arriba y abajo masturbándole y acariciando sus huevos, lamiéndole las ingles y volviendo
a meterme toda la polla en la boca para moverla dentro y llenarme de ella.
El me estaba metiendo ya cuatro dedos en el coño y los sacaba de vez en cuando para lubricarme bien desde el clítoris hasta el culo y
se los metía en la boca.
Y empapados en su saliva volvía a recorrerme toda la raja o se dedicaba de lleno a masturbarme.
Yo, de vez en cuando me sacaba la polla de la boca para pasármela por los pezones o para recorrerme la cara con ella. Me ponía a mil
olerla y pasármela por los labios
- Estoy a punto, le dije jadeando, me voy a correr...
El se tumbó en la cama y me puso encima suyo colocando su cara entre mis piernas.
Sabía como me ponía hacer un 69 y mientras me
abría el coño con las manos para meter su lengua, yo movía cada vez más deprisa su polla en mi boca sintiendo como el empujaba para
metérmela más adentro.
Sentí sus dedos recorriendo mis nalgas y como me metía uno en el culo muy despacio mientras seguía comiéndome el coño sin parar ni
un segundo...no podía más...estaba muy excitada...
- Me corro, le dije, me corrooooo...
- Hazlo, me susurró, disfruta y regálame un orgasmo...
Me acarició el clítoris con un dedo y sin parar de moverse dentro de mi coño y mi culo, me hizo explotar en lo que sería mi primer
orgasmo del día...
Yo no podía parar de correrme...estaba siendo un orgasmo largo e intenso y quería que él se corriera conmigo.
Saqué su polla de mi boca y me fui resbalando como una serpiente hasta que mi coño estuvo a su altura y me senté encima sin dejar de
moverme, cabalgándole muy rápido...
Noté como se llenaba mi sexo con el suyo acoplándose y fundiéndose en uno.
El me agarró de las tetas y aumentó el ritmo de sus movimientos mientras me pellizcaba con fuerza los pezones.
Jadeó con intensidad mientras su semen caliente me llenaba de placer por dentro y yo, dejándome llevar, me corría con él de nuevo.
Cuando nuestros cuerpos dejaron de moverse, me tumbé a su lado, separé las piernas y recogí con mis dedos el semen que salía por
mi vagina para comérmelo.
- Ha sido increíble, me dijo
Me senté y le besé...ahora un beso tierno, intenso, lleno de sentimientos, lleno de placer...un beso pleno
-Tengo hambre, le dije. Desayunamos?
- Viciosa, me contestó sonriendo...