sábado, 27 de marzo de 2021

Sexo en el probador

Estaban pasando el fin de semana juntos. Llevaban preparando este encuentro desde hacia varios meses. Se habían conocido en un foro de internet y enseguida habían conectado. Hablaban a menudo y poco a poco casi sin darse cuenta fue surgiendo algo más entre ellos. 
Ahora por fin habían podido quedar para verse por primera vez en vivo, poder hablar cara a cara y llevar a cabo algunas del montón de cosas que habían ido planeando día tras día. El le había contado en alguna ocasión que le encantaría poder tener sexo en un probador de un centro comercial así que ella estaba dispuesta a que pudiese cumplir esa fantasía. Y con la excusa de comprar unas tabletas de chocolate y unos botellines de agua para tener en la habitación le dijo de ir a uno. 
Dejaron el coche en el aparcamiento y antes de salir ella le acaricio en la cara volviéndola hacia la suya mientras acercaba su boca. Le dió un beso cálido a la vez que pasaba suavemente la palma de la mano por encima de los pantalones preparando el terreno. El dio un pequeño respingo de placer al notarlo y se dejo hacer... 
Cuando salieron se dirigieron al ascensor para subir a la planta del supermercado. EL sabía que a ella los ascensores le daban mucho morbo y como iban solos, le apoyó contra la pared mientras le volvía a besar y le lamía el cuello a la vez que le acariciaba los pechos por encima de la camiseta notando como los pezones se ponían duros. Ella le acercaba mas hacia si empujándole del culo y notaba como su polla se ponía dura dentro del pantalón. 
Llegaron a la planta y el ascensor se abrió. Se besaron justo rozándose en los labios y ella le guiñó un ojo. El sonrió con complicidad. No se imaginaba el final pero presentía que ella estaba juguetona. Entraron y él le cogió de la mano. Ella no conocía el sitio e irían más rápido si él le guiaba. Fueron al pasillo de los chocolates y eligieron un par de tabletas y una caja de trufas. Se dirigieron hacia las bebidas y mientras él miraba las botellas de cava ella se metió en medio de él y la estantería rodeándose con sus brazos y restregando su culo con disimulo contra él. 
El le susurró algo al oído , le lamía la oreja y le besaba al cuello mientras con sus brazos acariciaba sus tetas cada vez más excitadas. Ella se giró despacio y cogiéndole suavemente del cuello lo atrajo hacia si y juntó sus bocas en un jugoso beso sin importarles la gente que iba y venía por los pasillos de al lado. Estuvieron así sin más movimientos que el de sus lenguas lamiéndose dentro de sus bocas y el de los latidos de sus corazones acelerándose cada vez mas. Se notaban excitados, calientes...y no era el mejor sitio asi que terminaron las compras y se dirigieron hacia la caja. 
Salieron al pasillo del centro y empezaron a andar. Ella vió una tienda enorme de ropa interior y enseguida se dió cuenta que era el sitio perfecto. Le cogió de la mano y le llevó hasta dentro. El se dejó guiar sin terminar de entender como lo iban a hacer pero sabiendo ya lo que iba a suceder. 
Pasearon por los pasillos mirando el genero, llegaron a unas estanterías llenas de perchas con corpiños y corsés de todo tipo. Ella cogió un par y se fué hacia los probadores dejándole a él cerca pero fuera. Al poco rato asomó la cabeza por la cortina del probador y alargando un brazo hacia él le dijo que le trajese ese mismo modelo pero una talla mas pequeña. Por la sonrisa que había en su boca él supo que el plan ya estaba trazado así que dejo la bolsa con la compra en el suelo e hizo lo que ella le pidió. Cogió el corpiño y volvió hacia el probador. Ella le estaba observando por entre la cortina y al ver que se acercaba sacó su brazo desnudo para coger la prenda. Le sonrió y le dijo: 
-No te vayas... 
El la miró, sonrió también y se quedó esperando fuera. Al poco rato oyó como ella le decía desde dentro: 
-Ayúdame a abrocharme.. 
Entró y ella estaba sentada en un banco pequeño que estaba adosado a la pared. El corpiño le sentaba genial. Destacaba sus grandes pechos dándoles una atractiva forma redonda y juntándolos pero dejando el espacio justo para poder jugar entre ellos. Se arrodilló un poco para besarla y pasar la yemas de sus dedos por encima de ellas. Las acaricio suavemente y poco a poco fue metiéndose más y más dentro del escote hasta llegar a uno de sus pezones y pellizcándolo para ponerlo duro mientras sacaba el pecho por encima y acercaba la boca para lamerlo. 
Pasó la lengua por él rodeando la areola y mordisqueo el pezón estirándolo hacia fuera a la vez que sacaba el otro pecho. Ya los dos fuera, los cogió con ambas manos y los masajeó suavemente besando primero uno y luego el otro, lamiéndolos alternativamente y succionando los pezones. Ella comenzó a soltarle el pantalón y a la vez acariciaba su polla por encima poniéndola si cabe más dura de lo que ya estaba. Le cogía la cara de vez cuando separándosela de sus tetas para mordisquearle y lamerle los labios y juntar sus lenguas en las bocas en besos cada vez más lascivos. La excitación de ambos iba en aumento con cada beso, cada caricia, cada lamida... 
Ella seguía acariciando la polla ahora por entre el pantalón pero sin sacarla aún del gayumbo. Estaba muy muy dura y las primeras gotas mojaban el boxer. Agachó la cabeza para pasar la lengua por ellos y sentir el capullo caliente y húmedo. Ese gesto hizo que el se estremeciese y poniéndose de pie la sacó del todo, le cogió a ella suavemente del pelo invitándole a arrodillarse y cogiéndosela con una mano la llevó hacia su boca. Ella la entreabrió un poco para que el capullo rozase los labios y sacó la lengua para lamerlo mientras terminada de bajar de una vez los pantalones y el gayumbo de él. Le cogió por el culo y empujando hacia ella se metió toda la polla de golpe en la boca. 
No dejaba de mirarle a los ojos mientras lo hacía y según hacía los movimientos de cabeza sus pechos se movían rítmicamente en un vaivén muy sensual. El los cogía por los pezones y los acariciaba mientras se abandonaba al placer de la jugosa mamada que ella le estaba regalando. 
Mientras ella separó las piernas y separando las bragas hacia un lado se empezó a acariciar el clítoris siguiendo el resto de movimientos que hacía. Metía primero un dedo en su coño y lo movía dentro a la vez que con el pulgar seguía acariciándolo. Luego metía otro dedo y los movía hacia dentro y hacia fuera follándose con ellos. Cada vez estaban más calientes y él sabiendo lo que a ella más le gustaba sacó la polla de su boca y agarrándola suavemente por la cintura le puso de pie en el banco. Le quitó las bragas mientras le acariciaba los muslos y separando con dos dedos los labios acercó su boca para lamerle el clítoris con rápidos movimientos de la lengua sin dejar de masturbarse él. Ahora era ella la que apoyada en la pared acariciaba y masajeaba fuertemente sus pechos abandonándose por completo al placer que estaba sintiendo. Se mordía el labio inferior de la boca y sacaba la punta de la lengua en un gesto que él conocía muy bien de vérselo por la cam cuando hacían ciber y reconoció que ella estaba a punto de alcanzar el orgasmo. 
Quería que se corriesen juntos y quería hacerlo dentro de ella. Así que paró un segundo y le ayudó a bajarse, le dió la vuelta, le dobló hacia adelante por la cintura y con la polla totalmente apunto de explotar le acarició desde el culo hasta el clítoris varias veces humedeciéndola en todo el jugo que salia de ella y cuando estuvo lubricada la metió de golpe en la vagina. Ella dió un respingo pero enseguida se acopló a las embestidas de él, fuertes, acompasadas, intensas ...
El la sujetaba de las tetas para que no se fuese hacia adelante y las acariciaba cada vez más y más rápido. Estaban llegando al éxtasis y él le susurro algo al oído. Ella giró un poco la cabeza a la vez que asentía y se estimulaba el clítoris sin dejar de moverse con él. 
-Vamos, le dijo 
Y como si en ese momento fuesen los dos uno solo aumentaron el ritmo y sin apenas emitir sonidos se abandonaron juntos al climax. 
El dió una embestida más fuerte que las demás y mientras el coño de ella palpitaba con el orgasmo el semen de él la llenaba por dentro... 
stuvieron un rato sin separarse, recuperando la respiración y luego el salió poco a poco de ella. La giró y se fundieron en un largo beso sin más acompañamiento que un abrazo. Cuando terminaron y él empezaba a vestirse ella le sonrió y le dijo: 
-El corpiño mejor nos lo llevamos no? 
El simplemente soltó una carcajada.....

miércoles, 17 de marzo de 2021

Sexo en la oficina

Hacia solo un par de meses que trabajaba para ella. Era el único chico que se había presentado al puesto y desde que le vio le pareció tremendamente atractivo. Aunque lo que le hizo decidirse por él era que apenas tenia que desplazarse para venir a la oficina. El resto vivían en la provincia y eso a veces daba problemas. Por lo demás todos estaban perfectamente preparados. 
El también sentía muchísima atracción hacia ella. Era unos 5 ó 6 años mayor que él y era una mujer muy atractiva. No era guapa, pero el conjunto era muy satisfactorio. Hoy llevaba una falda tubo negra con dos aberturas laterales, medias de costura trasera, una camisa blanca de seda y una americana negra con rayas blancas muy finas. Lo que mas le gustaban eran los zapatos de charol negros con tacón de aguja. 
Estaba guapísima. No se maquillaba casi, pero siempre llevaba el rimmel y los labios pintados. Tenia una sensual boca que él estaba deseando besar. Parecía que no estaba de muy buen humor, pero le encantaba coquetear con ella mientras trabajaban. 
Le estaba encargando escanear unos dibujos que tenían que colocar luego en una pagina web. Ella sabia que él estaba mas atento a su escote que a lo que le decáa, así que como era casi la hora del café de media mañana, optó por echarle una pequeña bronca y desaparecer del despacho. 
El estaba casado y en la oficina ya corría algún rumor sobre ellos, cosa que a ella no le importaba demasiado, pero tampoco quería que al no haber pasado nada fuesen en aumento. 
El la vio por la cristalera dirigirse al baño y en ese momento solo podía pensar en una cosa. esos labios, ese canalillo y ese culo que veía ahora moverse apretado en la falda. Sin pensarlo demasiado salió detrás de ella. 
Estaba mirándose al espejo retocándose los labios y pensando en que estaba enfadada con ella misma por como dejaba que él le pusiera. Se notaba la tensión sexual entre ellos y ella era incapaz de pararlo. Se volvió al sentir que se abría la puerta del lavabo y le vio entrar con su móvil en la mano. 
- Tienes una llamada que creo que es importante, le dijo él entrando y cerrando la puerta. 
Ella cogió el móvil que le daba y al mirar la pantalla vio que no había ninguna llamada. 
No le dio tiempo a preguntar que es lo que hacia. El ya estaba delante suyo cortándole el paso y dejándola bloqueada entre él y el lavabo. Colocó una mano en su nuca y acercó su cabeza a la de él mientras le acariciaba los pechos por encima de la blusa, metiéndole la lengua, impidiendo así que ella protestase. 
Aunque realmente en ese momento ella solo podía pensar en lo que sentía en su muslo debajo de su pantalón. El deslizó sus manos hacia el culo de ella y empujó hacia sí para que ella notase como crecía su polla. 
Le cogió una mano y se la puso en su paquete. Eso terminó de desarmarla, ya no intentaba zafarse y respondía apasionadamente a los besos de él. 
Mientras soltaba el cinturón, el botón, la cremallera y metía la mano por el pantalón para acariciar la polla por encima de los gayumbos dándole pequeños pellizcos en el capullo para empezar a mojarla. Solo podía pensar en tenerla en su boca, grande, caliente, dura, excitada, llenándola entera. 
Mientras las manos de él no paraban de acariciar sus pechos sintiendo como se endurecían los pezones. -Métela en la boca, le susurro... 
Ella se subió un poco la falda para poder agacharse y se arrodillo poco a poco mientras se la sacaba del calzoncillo mirándole con lujuria y viendo su excitación en sus ojos. 
El mientras tanto le desabrochaba los botones de la blusa dejando sus enormes tetas al descubierto. Los pezones estaban erectos, duros... deliciosos. se los pellizcó mientras observaba como recorría su polla con la punta de la lengua rodeando el capullo con ella y lamiendo despacio la raja de la cual estaba saliendo ya liquido. 
La exprimió y se paso el capullo por los labios sin dejar de mirarlo. El estaba muy caliente y apoyando las manos en la cabeza de ella empujó un poco hacia él metiendo la polla en su boca, sintiendo como entra y sale, como se moja entera como ella haciendo movimientos con la mano la mueve dentro de la boca, sintiéndola dentro. 
Sacándola de vez en cuando para lamerle los huevos. Paró un poco para succionarlos mientras su otra mano iba hacia la parte de atrás y separando sus nalgas metía despacio un dedo en su culo moviéndolo en círculos aumentando enormemente así la excitación de ambos. 
Sus bragas estaban cada vez mas mojadas. El las había apartado dejando al descubierto el clítoris húmedo y caliente y ella comprendió por el gesto que le hacía que ahora le tocaba a él comer....
Lo acaricio despacio primero los labios y las ingles, el clítoris, la vagina... ella solo abría las piernas cada vez más para dejarse hacer, así que que empezó a recorrer todo con su lengua notando como estaba cada vez mas cachonda y más mojada. 
La cogió para subirla al lavabo y metió toda la lengua en su coño lo que hizo gemir a ella agarrándole del pelo para que no pudiese apartar la cabeza de entre sus piernas. Estuvieron así mucho rato y cuando él notó que ella estaba a punto le dio la vuelta y empezó a chuparle el culo, dilatándolo, bajando hacia el clítoris de vez en cuando y vuelta y acariciándole cada vez mas fuerte las tetas. 
Ella sintió como el cogía su polla y mojándola en la humedad de su coño para lubricarla la metió hasta el fondo de una embestida que le hizo gritar de placer. Ella iba a decir algo pero le giró la cara y metió su lengua en su boca mientras aumentaban las embestidas. Ella cogió la mano de él y se la llevó al coño para masturbarse. Estaban a punto de correrse y ella quería verlo. Le excitaba muchísimo ver salir la leche, así que se sacó la polla de dentro con cuidado, y se sentó en la taza del vater mientras juntaba sus pechos colocándola en medio. 
Agarró una a una las manos de él para que las sujetase haciéndole una impresionante cubana mientras ella se metía dos dedos en su caliente coño y lamia el capullo cuando en la embestida llegaba a su boca. - Dame semen, le dijo, mientras aumentaban ambos el ritmo de los movimientos. 
Y justo cuando ella alcanzaba el orgasmo, el de él le inundaba la cara...

lunes, 15 de marzo de 2021

Si el equipo gana

A ella le encantaba el fútbol. Su padre le había hecho socia de su equipo cuando tenía cuatro años y con el tiempo había pasado a ser un elemento importante en su vida. De hecho, el fútbol le gustaba, pero por su equipo sentía un amor especial. 
A él sin embargo el fútbol no le importaba mucho, casi nada, pero sabiendo lo importante que era para ella, intentaba de vez en cuando compartir esos momentos. Siempre decía que ojalá ganase el equipo porque entonces estaba tan feliz que le podías pedir casi cualquier cosa. 
Pero últimamente eso no pasaba muy a menudo, al contrario, le tocó estar con ella cuando bajaron a segunda división, y cuando al año siguiente estando con todo a favor para subir, perdieron una oportunidad de oro en Vitoria. 
Por suerte hoy era uno de esos días que había merecido la pena acompañarle. Jugaban fuera de casa y habían aprovechado para escaparse el fin de semana. Habían ganado y ella estaba pletórica porque tenían el ascenso a tiro de piedra. Sólo quedaba rematar la buena temporada que estaban haciendo. 
Se habían quedado a cenar y a tomar unas copas y ahora estaban en el coche de camino a casa. El conocía perfectamente el camino porque lo hacía muchos fines de semana para ir a esquiar, así que iba conduciendo muy tranquilo. Además le gustaba mucho conducir de noche y ya eran las cuatro y media de la madrugada por lo que no había trafico. 
La conversación era un poco subida de tono, porque la noche anterior entre mojito y mojito ella se había apostado que si el domingo ganaban, cuando llegasen a casa habría sexo del bueno. Eso quería decir que estaba dispuesta a hacerle correrse con una estupenda mamada. Y él se lo estaba recordando. Se reía divertida porque aunque no la recordaba al cien por cien, le daba la impresión de que el estaba añadiendo detalles que ella ni había insinuado. 
Quiso marcarse un farol y pensando que él no lo iba a recoger le propuso no esperar a llegar a casa y hacérsela allí mismo, en aquel mismo momento. Apartó un momento la vista de la carretera para mirarla y le pregunto: 
- estás loca? 
- si, por comértela, le contestó ella... 
- ahora? 
No contesto, le miró, le guiñó un ojo y empezó a tocarle por encima del pantalón. El comprendió que hablaba en serio así que se acomodó en el asiento para dejarle hacer. En el cd se había terminado el ultimo disco de U2, así que puso una recopilación de Queen, el grupo preferido de ella, lo que hizo que le agarrase la cara para volverla un segundo y apenas le rozó los labios con los suyos y le pasó la lengua con un gesto que a él le resultó tremendamente sensual.
El aumento de tamaño de su polla, así se lo reconoció. Llevaba unos levi´s de bragueta de botones. 
A ella le gustaba soltarlos de uno en uno muy despacio sin dejar de sobarle como si de un ritual se tratase para que a medida que la excitación de él iba en aumento tener el camino despejado para liberarla. Cuando soltó el ultimo, metió la mano por el elástico del boxer y entonces fue cuando realmente se dió cuenta de lo dura y caliente que estaba. 
Jugueteó con ella unos minutos meneándola con casi perfectos movimientos humedeciéndose los labios con la lengua y mirando por el rabillo del ojo que él estaba impaciente de placer, besó el enorme capullo como anunciando que había llegado el momento. 
El tenia la mano derecha en la palanca de cambios, metió quinta y la retiró para dejarle a ella el camino libre. 
Se ensalivó las dos manos y mientras con la izquierda se metía la polla en la boca, con la otra le daba un suave y excitante masaje en los huevos. Fue cogiendo ritmo en el movimiento hacia arriba y hacia abajo a la vez que giraba ligeramente la muñeca y dentro de la boca movía la lengua lamiéndosela toda. 
La sacaba un poco y se la chupaba entera, le besaba el capullo, lo mordisqueaba con delicadeza y con un sensual movimiento de los labios le succionaba los testículos y vuelta a empezar. 
El intentaba mantenerse atento a la carretera pero le era casi imposible. 
Miraba hacia abajo y veía como se movía su cabeza y sentía la destreza con que se la estaba comiendo en cada poro de su piel. Le pasó suavemente la mano por el pelo y ella hizo un movimiento con el culo como pidiéndole que se lo acariciase. Comprendió el gesto y se lo empezó a sobar despacio . A pesar de que ella llevaba unos pantalones ajustados, no tuvo mucho problema para poder meter la mano por la cintura para tocárselo. 
Eso aumento la excitación de ella e hizo que por un momento acelerase el ritmo de la mamada, lo que hizo que él se estremeciese en el asiento, para de repente parar para soltarse el botón y bajarse la cremallera. El, adivinando lo que pretendía se cogió la polla para no perder nada de la excitación, mientras ella se quitaba los pantalones y volvía a coger postura rápidamente , pero ahora ofreciéndole a el un panorama que le hizo dar un suspiro mientras metía suavemente el dedo por las bragas y le tocaba la vagina húmeda, empapada de placer. 
Uso esta humedad para lubricar el culo y el clítoris y mientras ella recuperaba para él con su boca el clímax él se esmeraba con su dedo en darle a ella el suyo. Acariciándole el coño al mismo ritmo que ella le comía la polla. 
Estuvieron así dándose placer el uno al otro durante unos minutos. Ella gemía y balanceaba su cuerpo en señal inequívoca de que el momento cumbre llegaba. 
El atendiendo esas señales aceleró el movimiento de los dedos en la vagina y el clítoris dando así el punto que necesitaba para que una magnifica paja terminara en un estupendo orgasmo. 
Y mientras ella se corría, el resultado de su bien trabajada mamada inundaba su boca...

sábado, 13 de marzo de 2021

Sobran las palabras

Hace un par de meses ella estaba buscando unas medias de rejilla para comprar y entró en una tienda on line especializada en fetichismo. 
Estuvo mirando el catálogo y vió que había un foro. Le picó la curiosidad y se registró. 
Nada más entrar alguien le habló y le preguntó que buscaba por allí. Le contó lo que quería y él le dijo si le dejaba elegírselas. 
A ella le hizo mucha gracia el gesto y le dijo que si. El le fué guiando por la página, se veía que la conocía bien, mientras hablaban de gustos, aficiones , etc...
Poco a poco se fueron dando cuenta que conectaban y cuando se iban a despedir el le preguntó si le gustaría mantener el contacto. 
Ella, sin decirle nada más, le dió su dirección del msn. Se despidieron ambos sonriendo. Desde entonces hablan prácticamente a diario y se fueron dando cuenta de que en cuestión de sexo estaban casi hechos el uno para el otro. 
Se descubrieron nuevas sensaciones, nuevos gustos. Planeaban juntos mil encuentros, sitios, situaciones, practicaban cibersexo, teléfono, etc.. 
 u imaginación siempre les llevaba a algo nuevo que querían compartir. Y en verano, decidieron que había llegado el momento de conocerse. Ella se acercaría a la ciudad donde el vivía y pasaría unos días. En este momento ahí estaban. Era un calurosísimo día de julio y lo estaban pasando en la piscina. Habían ido muy temprano y estaban en dos tumbonas juntas la una a la otra puestos de costado acariciándose el uno al otro, dándose suaves besos, contándose mil cosas, insinuándose otras mil... Todo de una manera ardiente pero a la vez inocente. 
Nadie al verlos pensaría que estaban teniendo esa conversación. 
Habían almorzado en el bar, se habían bañado y se disponían a ir a comer a un restaurante en el que él ya había encargado la mesa. 
Recogieron las cosas y se fué cada uno al vestuario para ducharse y cambiarse de ropa. Quedaron fuera. Cuando la vió salir, se le escapó una sonrisa. Era sencilla, pequeña, pero deliciosa. Llevaba unas mallas hasta la rodilla negras con un pequeño dibujo blanco y un top liso a juego. 
Por supuesto la mirada se le fue a los pies, pequeños, cuidados. Sandalias negras con apenas dos tiras de charol y un tacón de unos cinco centímetros fino. 
El tobillo izquierdo estaba adornado con una cadena de plata con tres piedras de azabache en forma de soles. 
Le abrió la puerta del taxi y cuando ella se acercó para subirse le agarró de un brazo, le atrajo hacia él y simplemente le dió un beso en la boca. Ella le miró sin decirle nada, sólo le sonrió. No les hacia falta más... 
Ya dentro del taxi ella apoyó su cabeza en el hombro de él recorriendo su pecho tamborileando los dedos. En ese momento él recordó que le había contado que una de sus fantasía era masturbarse en un taxi en un recorrido largo. Que en su ciudad por ser pequeña no se podía. 
Y quitándose las gafas de sol, le miró divertídamente asustado. 
Ella no pudo contenerse y soltó una carcajada. Simplemente le acarició cariñosamente el pelo... Tardaron unos 20 minutos en llegar al restaurante. 
Una ensalada, una tabla de ibéricos, una de patés y una de quesos es lo que el había encargado para comer. Acompañado con cava. El postre lo dejo a la elección de ella. Baileys con hielo y trufas heladas. Dejó que se fumara un cigarro mientras traían la cuenta. 
A él le costaba trabajo apartar la mirada de su pies, como jugueteaba con la sandalia, como se le caía al suelo y lo dejaba desnudo, como la recogía... 
Estaba deseando besarla, tocarla, acariciarla, fundirse con ella. Mientras él pagaba la cuenta ella se acercó a recoger una tarrina de kilo de helado de crema rusa que habían encargado para llevar. 
No estaban muy lejos del metro, así que fueron andando hacia la estación. Ya en casa ella fue al baño y él a meter el helado en el congelador. 
-Puedes venir un momento? oyó desde la cocina. -Si, voy. Le contestó. 
Cuando entró ella le agarró de las dos manos, le apoyó en el lavabo, le puso su mano en la nuca y comenzó a besarle despacio en los labios. Pasando la punta de su lengua, mordisqueándolos suavemente, metiendo sensualmente su lengua en su boca, moviéndola...
Mientras con la otra mano llevaba las de él a sus pechos, duros, con los pezones en punta de la excitación. Dejó de besarle un instante para quitarle la camiseta. La dejó en el suelo con cuidado y se quitó el top, dejando una insinuante visión de sus pechos redondos agitados por su espiración todavía dentro del sujetador. 
Agarró la mano de el y la llevo a su entrepierna y con la suya encima la movía despacio acariciando la zona, notando como se iba mojando mientras le susurraba al oído gemidos y le proponía lo que quería hacerle. 
Notó al hacerlo como su poya crecía dentro aún del pantalón, era algo que habían hablado muchas veces y se habían excitado juntos al planearlo. Ella era lujuria en estado puro y él estaba descubriendo que juntos no tenían limite. Le mordisqueó las orejas, le lamió el cuello, los pezones mientras soltaba poco a poco los botones del pantalón. Estaban descalzos y le acariciaba su pie con el suyo subiendo hasta la rodilla... 
Volvió a besarle la boca ahora un beso largo y jugoso, sin juegos, solo pasión. Terminó se soltarle el pantalón y se agachó para quitárselo.
Cuando iba a volver a ponerse de pie, paró a la altura de la polla mordisqueando el capullo dentro del gayumbo, pellizcándolo despacio notando en sus dedos como empezaba a mojarse. siguió acariciándolo a la vez que se quitaba las mallas. 
Sabia como le excitaba a él verla en ropa interior así que se acercó restregando sus pechos en él y le dijo sensualmente: 
- la ropa interior quítamela tú cuando quieras.
Pasaron bastante rato masturbándose el uno al otro. El sacó los pechos de ella del sujetador sin quitárselo y se los llevo a la boca. Lamió los pezones, los mordió, masajeó las tetas una y otra vez. Ella mientras tanto tenia la mano metida dentro del boxer y acariciaba sus huevos, saco fuera de la goma el capullo y se agacho a lamerlo doblando la cintura. 
De esta manera el veía desde arriba la fina tira del tanga. La cogió con dos dedos, la apartó y empezó a acariciar el culo de ella con movimientos circulares, metiendo despacio un dedo. Ella se movía excitada y sacaba poco a poco la polla del todo. 
Paró un momento para quitarle los gayumbos. Y cuando él ya estuvo desnudo se arrodilló un momento para ponerle la poya al límite. Ambos sabían que para hacer lo que querían necesitaban estar al máximo de excitación, porque cuando lo hiciesen el orgasmo no se haría esperar. 
Así que mientras ella tenia la polla dentro de la boca y movía acompasadamente la cabeza a la vez que metía un dedo mojado en su flujo por el ano de el, este le terminaba de desnudar y llevaba su dedo corazón entre los labios de ella dejándolo encima del clítoris húmedo, grande y caliente moviéndolo despacio para mojar bien todo la zona y cada vez acercarse más a la vagina e ir metiendo primero un dedo y luego otro moviéndolos dentro, poniéndola al limite del placer. 
Los dos sabían que el momento estaba cerca así que ella le cogió de la mano y juntos entraron en la bañera. Ella se acariciaba los pechos y el retomaba la postura anterior dentro de ella, besándole en la boca y con la otra mano masturbándose, deseando que ella hiciese lo que tantas veces habían hablado. Apenas habían estado unos minutos tocándose cuando ella le avisó que su orgasmo estaba cerca. 
El aceleró el movimiento de sus dedos dentro de su vagina y apoyó bien la palma de la mano en el pubis. 
Y mientras sus lenguas se fundían en un lujurioso beso dentro de sus bocas ella se corrió en su mano para al instante después mearse en ella de gusto. Sin decir nada solo sonriéndose llenos de complicidad y mirándose a los ojos, ella se sentó en el borde de la bañera y él apoyo una mano en la pared poniéndose de espaldas y comenzó a masturbarse cada vez mas deprisa con la que tenia llena del orgasmo de ella. 
Mientras ella le separaba despacio las nalgas e introducía un dedo húmedo en sus flujos en él y poco a poco se lo lamia cada vez mas rápido cambiando el dedo por su lengua cada vez más dentro. 
A medida que ella lo hacia el aumentaba el ritmo de su mano y su muñeca, de sus gemidos, de sus jadeos y al poco rato ella sintió como manchaba la pared con el fruto de su orgasmo. 
Cuando calmaron un poco su excitación, el abrió el grifo de agua caliente de la ducha, la cogió de una mano y apoyándola en su pecho y rodeándola con sus brazos se metieron debajo. 
Ella ladeó la cabeza para besarle los labios y simplemente se miraron sonriendo. 
Sobraban las palabras...

viernes, 12 de marzo de 2021

Sorpresa en el despacho

Eran las cinco de la tarde. Los miércoles trabajaban los dos por la tarde y solían quedarse a comer con otros compañeros del bufete. Nadie conocía en la oficina su relación, por eso delante de ellos se comportaban como dos más. Pero siempre que coincidían sus miradas, ella le regalaba la mejor de sus sonrisas o él le guiñaba con complicidad el ojo. 
Cuando ya habían tomado el postre y los cafés ella se levantó y con la excusa de que quería retomar un asunto cuanto antes, abandonó el restaurante y se dirigió a su despacho. Por el camino se puso a pensar en él, en lo mucho que se atraían y en el morbo que se daban el uno al otro. En como le gustaban sus encuentros tan distintos unos de otros y tan llenos de sensualidad y erotismo. 
Solía tener relaciones con otros hombres pero tenia que reconocer que la que tenia con él era muy especial. Cuando el ascensor llegó a la quinta planta del edificio, salió y se dirigió hacia su oficina. Tenia que pasar por delante de la de él y en ese momento se le ocurrió darle una sorpresa. Entró y se escondió debajo de la mesa. Sacó algo del bolso y lo dejó a un lado. Oyó voces en el pasillo así que se agazapó esperando que él entrase de un momento a otro.
Lo que no esperaba es que no entrase solo. Era un despacho grande y tenia una mesa de reuniones en la parte más alejada de la puerta. Uno de los socios entraba con él porque en su oficina estaban los de mantenimiento arreglando algo. 
Al principio pensó en dejarlo, pero como tampoco podía salir de su escondite, decidió seguir adelante. Los dos hombres se sentaron mientras seguían hablando de sus cosas. 
Cuando tuvo controlado que el otro estaba lo suficientemente lejos se acercó despacio a la pierna de él y empezó a acariciársela por dentro del pantalón con la yemas de los dedos.
Al sentirla, él pegó un pequeño salto en la silla. Estuvo tentado de mirar debajo de la mesa, pero no hizo falta. Con la otra mano ella acariciaba su paquete para que fuese creciendo. Le mordisqueaba las piernas, las rodillas... El estaba deseando que llegase arriba, pero ella le quería a cien y estaba dispuesta a hacerle sufrir, que casi le rogase que la sacase y se la comiese. El le buscaba con la mano por debajo de la mesa para llevar su cabeza hacia su bragueta. 
Quería desbrocharse el pantalón, pero ella no le dejaba. De vez en cuando se oía como la otra persona le hacía a él alguna pregunta o algún comentario y ella notaba divertida como a él le costaba poder contestarle. Su juego estaba dando lo que ella quería. 
Agarró la mano de él que la buscaba y le dió unos mordisquitos y suaves besos. El sentía su boca muy cerca de su polla y como esta iba creciendo caliente y excitada. Empezó a oír como ella se quitaba el cinturón y supo que empezaría a masturbarse. 
Eso le puso totalmente al límite. Consiguió cogerla de una mano y desabrocharse su pantalón. Sacó su polla inmensa, caliente y dura, muy dura. Ella mientras tanto empezó a tocarse por encima de las bragas a la vez que se la recorría con los labios dándole suaves besos. 
Llegó al capullo y le pasó la lengua por todo alrededor chupándolo todo. De repente se oyó un zumbido que él reconoció enseguida. era el vibrador, iba a hacerle una mamada mientras ella a su vez se hacia un vibrador. Esa imagen y el morbo que le producía el que su compañero se diese cuenta de lo que estaba pasando le puso en un estado de excitación que hacía tiempo no sentía. 
Ella recorrió su polla con el aparato y se lo llevó al clítoris mientras llevaba ésta hacia su boca. Ya dentro, la movía una y otra vez arriba y abajo llenándose con ella. 
Y entre sus piernas el vibrador a su vez entraba y salia produciéndole un inmenso placer. Así pasaron algunos minutos. El notaba por la aceleración de los movimientos que ella estaba a punto de alcanzar el orgasmo. Casi podía ver claramente la escena. Mientras notaba como la polla estaba en un momento dentro y al instante era lamida por la lengua ágilmente, los huevos succionados y las ingles acariciadas solamente con la punta. 
Notó como ella se estremecía y supo que el momento estaba muy cerca. En ese instante al otro lado de la habitación, la otra persona se levantó de la silla y acercándose hacia la puerta, la abrió y se despidió con un "hasta mañana"... 
Cuando se hubo marchado, él echó la silla hacia atrás, le atrajo a ella hacia él y la tumbó. Le desabrochó la blusa para acariciarle los pechos mientras le metía su polla y le besaba en la boca y con aceleradas embestidas terminó encima de la mesa lo que ella había empezado debajo...